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La segunda secuela de la adaptación cinematográfica de JK Rowling de la novela “Animales Fantásticos” lleva una semana en los cines de Gran Bretaña y Alemania. En China, también, la película de fantasía, que se presenta bajo el título “Los secretos de Dumbledore”, logró un gran récord de taquilla en el primer fin de semana. Aquí, sin embargo, en una versión censurada.
Motivo de edición: los personajes de Jude Law (Dumbledore) y Mad Mikkelesen (Grindelwald) tienen un pasado especial en su relación homosexual. Un trapo rojo para la policía cultural en el enorme mercado cinematográfico de China.
Una confirmación de las autoridades responsables de Warner Bros dice que los pasajes relevantes se eliminaron a pedido de China. Sin embargo, el estudio argumenta que el “espíritu de la película” aún permanece. Faltan las dos líneas en las que Dumbledore y Grindelwald se aseguran de su antiguo enamoramiento.
Warner Bros habló con la revista Variety sobre “cortes matizados” para que la película pueda ser vista por todos los espectadores del mundo. El estudio describe esto como “pequeñas ediciones en los mercados locales” que suceden todo el tiempo. Una paráfrasis un tanto extraña para las supresiones más frecuentes, especialmente en el área LGBTQ.
“Warner Bros. ha aceptado los cambios de seis segundos solicitados para cumplir con los requisitos locales. Pero el espíritu de la película permanece intacto”. “Queremos que el público de todo el mundo pueda ver y disfrutar esta película. Para nosotros es importante que el público chino también tenga esta oportunidad, incluso con estos cambios menores”.
Pero la cultura occidental también se ve afectada por esta censura. El montaje de la película en China deja claro que “Los secretos de Dumbledore” contiene muy pocas líneas en las que se establece abiertamente la relación entre Dumbledore y Grindelwald. Y es solo en la tercera parte de la saga que se aborda el tema, lo que es agua para el molino de todos aquellos críticos del campo LGBTQ que critican la extraña relación de “Animales Fantásticos” con la sexualidad, aunque uno de sus los personajes principales son obviamente homosexuales.
Hasta ahora, JK Rowling ha estado causando toda la emoción con sus estereotipos supuestamente transfóbicos en su novela policíaca Troubled Blood. Ahora, otro tema importante del autor de “Harry Potter” está atrapado en el fuego cruzado de las críticas. Solo que esta vez el proceso arroja luz sobre la estrategia principal de los grandes estudios de Hollywood: en “mercados” autoritarios cumples con los requisitos de quienes están en el poder.
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