La organización defensora de los derechos de los animales esperó anoche tres camiones con pavos en el matadero para filmar a los animales antes de morir. Según Animal Rights, los picos de los animales todavía se queman habitualmente porque, de lo contrario, se picotearían unos a otros por puro aburrimiento.
Con las imágenes, los activistas quieren convencer a la gente de que no incluyan el pavo en el menú navideño. En Volys Star se sacrifican unos 16.000 pavos cada semana.