Manifestaciones de protesta. Perfiles falsos en redes sociales. Grafiti con “Justicia de clase F*ck”. Y un YouTuber que ‘expone’ a los Reuzegommers. El enojo popular tras el veredicto en el caso Sanda Dia no desaparece. Un juicio debería ser una depuración para las víctimas y la sociedad, pero no parece ser así. ¿Por qué esta sensación de injusticia? El exjuez Edwin Van Fraechem (81) y el sociólogo cultural Walter Weyns (UAntwerp) arrojan luz sobre el caso.
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