Donald Trump pronto también ganará las elecciones primarias en New Hampshire. Con un puntaje que debería hacer que su única rival restante, Nikki Haley, tire la toalla. Si persiste en contra de su buen juicio, lo más probable es que arruine su futura carrera. Pero al darse por vencida, pierde la oportunidad (una gran oportunidad, pero aún así) de salvar a su país y al mundo. Nuestro periodista extranjero Guy Van Vlierden explica cómo podría ser esto y cuán devastador es su dilema.
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