Amortiguadores: cuándo y por qué sustituirlos para una conducción segura


Los amortiguadores son esenciales para el confort y la seguridad en la conducción. Los signos de desgaste incluyen cabeceo excesivo de la parte delantera del vehículo al frenar, elevación del morro al acelerar, pérdida de trayectoria en las curvas, vibraciones en el volante, desgaste desigual de los neumáticos y ruido excesivo. Se recomienda una revisión cada 20.000 km y una sustitución cada 80.000 km.

Christian Bianchi

30 de septiembre – 19.52 h – MILÁN

Los amortiguadores de los coches son esenciales no sólo para el confort de conducción, sino también para el manejo y, en particular, para la seguridad en la carretera. Sorprendentemente, muchos conductores no prestan la atención necesaria a estos componentes esenciales. Una investigación de Monroe revela que después de 25.000 km los amortiguadores pueden mostrar signos de desgaste y se estima que casi el 50% de los coches de cuatro años tienen amortiguadores que ya no alcanzan su máxima eficiencia. Además, por cada 19.000 kilómetros recorridos, los amortiguadores realizan aproximadamente 21 millones de ciclos de compresión y extensión, una actividad constante que se ve agravada por carreteras en mal estado y vehículos sobrecargados. A pesar de su importancia, detectar el desgaste de los amortiguadores no es fácil para el automovilista medio. El antiguo método de presionar el coche para comprobar la elasticidad y el estado de los amortiguadores ahora se considera poco fiable.

CÓMO ENCONTRAR EL PROBLEMA

Para reconocer las señales de advertencia y comprender cuándo los amortiguadores de su automóvil requieren mantenimiento o reemplazo, debe prestar atención a varias pistas. Un cabeceo excesivo (inclinación hacia adelante o hacia atrás) de la parte delantera durante el frenado, lo que aumenta la distancia de frenado, o una elevación del morro durante la aceleración, son signos evidentes. La tendencia del vehículo a desviarse de la trayectoria ideal en las curvas, las vibraciones del volante a altas velocidades, el desgaste desigual de los neumáticos delanteros o el ruido excesivo en carreteras en mal estado también son síntomas que no se deben ignorar. Ante estas señales, es recomendable contactar con un taller cualificado para una inspección profesional del ascensor, que proporcionará un análisis más preciso que una valoración que haga usted mismo. Dada la importancia de los amortiguadores para la seguridad y el confort de conducción, recomendamos una revisión cada 20.000 km y una sustitución preventiva cada 80.000 km, o incluso antes si se presentan los síntomas mencionados.

los costos

El mantenimiento preventivo es fundamental para mantener tus amortiguadores en buen estado, garantizando una conducción segura y cómoda. Es recomendable evitar sobrecargar el vehículo, repartir el peso equitativamente y prestar atención a las condiciones de la carretera, ya que estas medidas, aunque triviales, pueden alargar la vida útil de los amortiguadores. La presión y el estado correctos de los neumáticos también desempeñan un papel importante a la hora de reducir la tensión sobre estos componentes. En cuanto a costes, sustituir los amortiguadores puede representar una inversión importante. El precio de los recambios varía entre 35 y 300 euros por un solo amortiguador, dependiendo del modelo y marca. La mano de obra puede costar entre 50 y 100 euros la hora, y las intervenciones requieren de dos a cinco horas. En total, sustituir los cuatro amortiguadores puede costar entre 400 y 2.000 euros, dependiendo del tipo de vehículo y de la complejidad de la operación. En definitiva, prestar atención a los amortiguadores no es sólo una cuestión de comodidad, sino una verdadera inversión en la seguridad de tu coche y de quienes viajan contigo.





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