“En mi país no había una cancha de fútbol, empecé a jugar en el equipo que montó el barbero”. El histórico delantero del Inter y la Juve habla de sí mismo tras el galardón que recibió
El “Hall of Fame” del fútbol italiano recibe en su ya prestigiosa vitrina a otro campeón, Alessandro “Spillo” Altobelli, histórico delantero del Inter en las décadas de los 70 y 80 (con última etapa en la Juventus). Entusiasmado por recibir el premio, Altobelli repasó las grandes etapas de su carrera. “Recibir este premio es una grata sorpresa y una gran satisfacción. No todo el mundo se convierte en parte de la historia del fútbol italiano, necesitas sacrificios y tienes que estar listo en los momentos cruciales. Tengo que agradecer a todos los compañeros del Inter y todos los grandes campeones con los que tuve la suerte de jugar en la selección”.
Una cabeza dedicada al fútbol
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Cada domingo vivía de pan y goles, como los grandes delanteros centro del pasado, por lo que empieza a llamar la atención sobre sí mismo: “Los mejores del equipo éramos Giovanni y yo Giannino bernardinas. Un día un señor llamado Nando viene al campo a dejarnos firmar un papel, quiere que vayamos a jugar con Latina. No voy a firmar porque en Latina hay una empresa, Fulgorcavi, que tiene su propio equipo de fútbol. Si me llaman, creo, puedo jugar y tener un trabajo seguro al mismo tiempo. Pero Nando vuelve una segunda vez, luego una tercera vez y junto con ese papel me pone un billete de cincuenta mil liras debajo de mis ojos. En aquellos días tardé una semana en ganar quinientas liras, me pareció una suma increíble. Así que firmé y fue mi suerte”.
De Latina pasa otro tren rumbo a Emilia Romaña, donde ‘Spillo’ empieza a ponerse en el punto de mira: “Voy a Cesena a hacer una audición. Organizan un partido amistoso, firmo y me pongo en el foco. Cuando vuelvo a casa me llaman para decirme que me ha comprado Brescia. Unos días antes del atentado en Piazza della Loggia, mi madre no quiere que me vaya, dice que es peligroso. La tranquilizo, le digo que no tenga miedo. Solo tengo que pensar en jugar al fútbol”.
campeón nacional
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El crecimiento de Altobelli es exponencial: marca, marca, tiene ese olfato goleador tan refinado que no pudo evitar llevarlo lejos. La selección italiana se da cuenta de esto, a pesar de una competencia muy rica: “Hubo una elección vergonzosa, solo piensa que alguien como Pruzzo no fue llamado a la selección. Tuve que lidiar con Rossi, Graziani, Pulici, Virdis: ¡Dios mío, cuántos delanteros fuertes había en Italia!”.
La final de Madrid ante Alemania sigue siendo uno de los picos de su carrera, no solo por el gol, sino también por una particular anécdota: “Yo también había jugado unos veinte minutos en la semifinal porque Ciccio se había hecho daño -recuerda- al ver como cayó al suelo en la final y estaba agarrando su hombro, inmediatamente me quité el traje, no le di tiempo a Bearzot para pensar, estaba buscando ese objetivo, estaba seguro de mis medios y estaba en buenas condiciones. Cuando marqué, solo pensé que habíamos terminado el partido, que como decía Pertini en la grada, ‘ya no nos hubieran aguantado’. Solo más tarde, con la cabeza fría, me di cuenta realmente de lo que había hecho, o más bien lo que habíamos hecho”.
El problema del delantero centro hoy
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Altobelli también se expuso sobre el papel del delantero centro en la actualidad, que resulta poco convencional en comparación con la interpretación de hace 50 años: “El fútbol ha cambiado. Érase una vez los extremos y los mediapuntas jugaban para el atacante. Hoy ya no hay nadie que haga una asistencia, el atacante no tiene más ayudas”. El exjugador del Inter sigue hablando de la ‘soledad’ del número nueve, demasiado víctima de la táctica y con poca libertad para hacer aquello para lo que nació, marcar: “La mayoría de los goles vienen por las bandas, si los hay”. En los buenos jugadores ahí también se ven afectados los que tienen que tirar el balón a la portería”.
cuantas muestras
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En su alta carrera profesional, Altobelli tuvo el honor de desafiar a campeones mundiales de fútbol: “Jugué con Maradona, Platini, Falcao, Boniek, Junior. De vez en cuando hojeo los álbumes de Panini de la década de 1980 y vuelvo a esos tiempos. ¡Qué tiempos!” También comenta sobre Evaristo Beccalossi, considerado por ‘Spillo’ como su compañero más fuerte al que no se le tuvo en la debida consideración: “Era un genio del fútbol. Y es increíble que nunca haya sido convocado a la selección”. Gentile y Vierchowod fueron los defensas más fuertes a los que se enfrentó, sobre todo este último: “Cuando tuve que enfrentarme a Pietro no dormí mucho por la noche, pero fue el lo mismo para él”.
un manitas
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Prolífico, rápido, hábil con la cabeza y ambidiestro, Altobelli se define como una fusión entre Lautaro y Lukaku: “Digamos que era una buena mezcla de ambos. Era rápido, pateaba bien con los dos pies y tenía la cabeza”. Yo era un fenómeno, pero sabía hacer de todo”. Sin andarse con rodeos, finaliza con un pensamiento sobre su equipo favorito donde disputó 466 partidos y marcó 209 goles (1977-1988): “En partidos de interior o fuera del Inter es más fuerte cuando hay un gol de larga duración.Y entonces la canción lo dice todo, ‘Pazza Inter amala’!.Es un equipo que le puede ganar a cualquier rival y que no gana fácilmente ni con los últimos de la tabla. Nos parecemos un poco, tal vez no sea casualidad que nos hayamos casado…”
27 de abril – 14:07
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