Alto a los coches de gasolina y diésel a partir de 2035: Bruselas se arriesga a un fiasco sensacional

La votación del Consejo Europeo del 7 de marzo ha ido hasta ahora sin acuerdo: Italia y Alemania lideran el grupo de países que piden cambios o amenazan con el rechazo

Gianluigi Giannetti

“Hicimos la oferta. La transición a eléctrico no se da de la noche a la mañana y luego tendremos una revisión en el medio, en 2026, antes de 2035”. El punto muerto en Bruselas es total, el hecho de que esta frase la haya pronunciado Thierry Breton es sensacional. El comisario de Mercado Interior de la UE se refiere a la cláusula que obliga a la Comisión a implementar antes de diciembre de 2026 un Revisar pasantía, una fase de verificación de los avances reales hacia la reducción de emisiones y por tanto de evaluar la aplicabilidad o no de la prohibición total de los coches térmicos a partir de 2035, cuya aprobación se ha convertido en los últimos días en motivo de enfrentamiento entre los países de la Union. Con el riesgo real de un rechazo flagrante. En resumen, el punto muerto en Bruselas es tal que Thierry Breton olvida cómo hubo Revisar pasantía fue añadido el 29 de junio de 2022 al texto original aprobado por la Comisión, que tuvo que sufrirlo como una imposición. Ahora Breton se la apropia y la utiliza para calmar a la opinión pública, como demostración a los gobiernos más críticos de la previsión de que, en todo caso, exista una salida de emergencia. Pero todo esto parece no ser suficiente en absoluto.

referencia a la plaza

Fuentes diplomáticas informan de un nuevo aplazamiento de la votación del Comité de Representantes Permanentes, ya prevista para el 1 de marzo y luego aplazada al 3. Recordamos que el Comité de Representantes Permanentes es el órgano que coordina y prepara los trabajos de todas las reuniones del Consejo, tratando de encontrar un fuerte acuerdo previo, evitando así sorpresas. No hay acuerdo, tanto que la presidencia sueca de la UE probablemente optará por un nuevo aplazamiento para evitar ir a la votación con el riesgo muy concreto de un rechazo a la próxima reunión del Consejo Europeo del 7 de marzo, el momento imaginado por muchos en los últimos meses como el de una aprobación evidente y formal que en cambio se aleja cada vez más. Sobre el plan Fit for 55 que marca el cese de la venta de coches con motor de combustión en los 27 países de la Unión a partir del 1 de enero de 2035, se está creando un movimiento de oposición muy duro. Su aprobación requiere el voto favorable del 55% de los estados miembros, es decir, 15 de 27, pero que también pueden representar el 65% de la población total de la UE. Con la abstención de Alemania y Bulgaria y la oposición de Polonia e Italia, la disposición sería rechazada.

Alemania e Italia en las barricadas

“A raíz de nuestra decisión, a la que se sumaron sustancialmente Polonia y Bulgaria, se abrió una reflexión”, afirmó el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, durante una rueda de prensa en Bruselas. “No cuestionamos las fechas, 2035 y 2050. Pero al mismo tiempo protegemos a los trabajadores y empresas y por eso pedimos que se cambien las etapas y métodos para llegar a esas citas, para que sean sostenibles”- recuerda Urso, lanzando también una ayuda estratégica de no poca importancia: “Si los biocombustibles nos pueden permitir alcanzar los mismos objetivos, ¿por qué no utilizarlos?”. Precisamente esta última es la posición del gobierno alemán, que según la agencia Reuters ya ha solicitado una exención a la Unión Europea, permitiendo la venta de coches con motor de combustión incluso más allá de 2035, siempre que se alimenten con combustibles neutros de la vista de las emisiones de CO2. Una solicitud que, de ser aceptada, literalmente distorsionaría toda la disposición, dejando poco espacio para la negociación.





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