Altafini: "Los napolitanos tenían razón al abuchearme. Pero yo no era un núcleo agradecido"

José habla de su paso del Nápoles a la Juve: «Hacía siete años que no jugaba la Copa de Europa, quería un equipo grande»

Salvatore Malfitano

¿Hay algún recuerdo que le vincule especialmente a este reto que vivió con ambas camisetas entre los años sesenta y setenta?

“Francamente, no. Ser futbolista es una profesión en todos los sentidos y así funciona, poco se puede hacer. Desde este punto de vista creo que siempre he sido muy profesional, tanto en el Napoli como luego en la Juventus y, para ser honesto, también en el resto de mi carrera».

¿Cómo fue dejar el Nápoles por la Juventus?

“En mi opinión, fue el resultado de un razonamiento normal. Hacía siete años que no jugaba la Copa de Europa, que ya había ganado con el Milán, y ese fue el criterio que seguí a la hora de elegir cambiar de equipo: quería intentar levantar el trofeo una vez más. De los cinco clubes que me buscaron en 1972, los Bianconeri fueron el único que pudo darme esta oportunidad y por eso la decisión fue muy fácil».

Este movimiento le valió el apodo de “core ‘ngrato”. ¿Cómo lo viviste?

“La cuestión es que, en esencia, estaba libre una vez finalizado el contrato. El Nápoles no me vendió ni intentó retenerme. Que la afición me abucheara era lógico y también comprensible, quizá incluso muy acertado. Además, nunca he sido el tipo de jugador que no celebra si marca un gol contra un ex equipo: siempre lo he considerado una falta de respeto hacia su propio club y hacia la afición que se representa en ese momento. Sin embargo, marcar un gol para uno u otro nunca me ha causado sensaciones especiales. Este es el deber de un jugador, para bien o para mal, y así lo hice yo también tanto en el blanquiazul como en el blanquinegro».





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