Allegri-Bonucci, pacto de campeonato: La Juve, se lleva la gran remontada

Entrenador y capitán unidos para reiniciar el equipo: Max necesita el carisma y la calidad de Leo

El primer día tras la larga ausencia se dedicó principalmente a la técnica, con foco en la fase defensiva. Parece que Leonardo Bonucci volvió a Continassa en el momento justo, refrescado por la doble victoria azzurri en la Nations League y por dos actuaciones contundentes, para volver a sumergirse en su Juventus, que en estos momentos necesita más que nunca un piloto. Él y Massimiliano Allegri se acaban de conocer en el interior del polideportivo de la Juventus, un saludo y nada más antes del entrenamiento. Entre los hombres de campo no hay necesidad de demasiadas palabras. A pesar del banquillo de Monza, Bonucci nunca dejó de remar del mismo lado del grupo y del entrenador, porque solo conoce una forma de ganar: ser compacto. Y Allegri, que a lo largo de los años ha aprendido a apreciar el valor y el espíritu guerrero de LB19 más allá de las diferencias de carácter, sabe lo importante que es en el campo y en el vestuario, sobre todo cuando las cosas van mal. Leo y Max estuvieron allí en la 2015-16, cuando la Juventus partía de una situación aún más desafortunada en el ranking (8 puntos en 7 jornadas, 2 menos que hoy) pero luego ganó el Scudetto con una remontada increíble, y ambos están convencidos de que este equipo puede sigue peleando por el título.

Operación regreso

Bonucci y Allegri conocen bien a la Juventus y saben que lo único que importa son los resultados. Tienen en común el deseo de ganar, aliciente que ayuda a dejar de lado rencores y malentendidos. Por otro lado, fue Max quien le dio a Leo la corona de capitán, después de haberle hecho pasar un año de purgatorio (con una faja de vicio entregada a Dybala) durante el cual el defensa mostró máxima disponibilidad y fiabilidad, llegando a jugar medio roto. por falta de alternativas. Allegri se privó de él en Monza, una elección técnica que no dio resultado, muy poco probable que aún le deje fuera el domingo, cuando la Juventus se verá obligada a ganar para no perder el tren tricolor. Bonucci está muy interesado en la banda, lo cual es motivo de orgullo pero también de otras responsabilidades.

capitán ganador

El domingo con el Bologna lo lucirá con motivo de su paso número 482 con la Juventus, enganchando a Bettega al sexto puesto en el ranking de los juventus más presentes de la historia. Por delante de él ahora solo están Del Piero, Buffon, Chiellini, Scirea y Furino, todos ex capitanes y todos ganadores. Leo odia perder, ha vivido años gloriosos con la Dama, ha visto a Ale, Gigi y Giorgio levantar trofeos y no quiere ser el primer capitán en quedarse sin fuelle. Sabe que tiene una tarea importante, hacer de aglutinante entre lo viejo y lo nuevo y transmitir a los jóvenes el ADN Juventus que se ha ido perdiendo en los últimos años, pero transición para él no es sinónimo de resignación. De las dificultades salimos más fuertes, algo saben él y Allegri, pasó por los silbidos de la afición en los albores de la aventura de Turín.

Ductilidad y frialdad

Los números y el pasado hablan por él: Bonucci entre Juventus, Milan, Bari e Italia (sin contar Serie B), estuvo desplegado 544 veces como titular, más otras 110 con la selección. En total 654, de las cuales 409 veces jugó con la defensa de cuatro y 245 con la de tres. Moraleja: la defensa de tres es su hábitat natural, con Chiellini y Barzagli había una sensación difícil de reproducir, pero eso no significa que esté menos a gusto en la formación de cuatro. De hecho, las estadísticas muestran que la forma de Leo es indiferente, la condición mental y física cuentan, así como las ganas de hacerlo bien. Otro dato interesante: Chiellini siempre ha sido una presencia importante junto a Bonucci, pero de los 481 partidos con la Juve, solo 253 han jugado con Giorgio al lado desde el inicio. Leo sabe adaptarse y sobre todo en este equipo falto de ideas puede ser muy útil en la fase de armado, creando un eje con Paredes. En el último partido disputado en el Allianz Stadium de la Serie A, ante el Salernitana, Bonucci anotó el gol muy duro del 2-2, antes de que el lío del Var en el gol (regular) anulara en Milik. Esa noche fue Allegri quien lo empujó al lugar en lugar de Vlahovic. «Fue un balón pesado», explicó el técnico tras el partido. Cuando sube la temperatura Leo se emociona, Allegri lo conoce bien y cuenta mucho con él para la remontada del campeonato.



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