La NOS envió un cuestionario sobre polarización e intimidación a todos los miembros del parlamento. La lista fue completada de forma anónima por 51 de los 150 diputados de «una amplia gama de partidos». Un número relativamente grande de encuestados son miembros de la coalición. En la declaración de responsabilidad, el NOS indica que no es un estudio representativo.
Está claro que más de la mitad de los diputados que respondieron fueron «amenazados, intimidados o acosados de otras formas» debido a su trabajo o posición como políticos. Diez encuestados han sido abordados en su domicilio debido a sus creencias. Siete políticos dicen que sus seres queridos también han sido víctimas de intimidaciones o amenazas.
Doce parlamentarios que participaron en el estudio en ocasiones se han reservado un cargo «debido a posibles amenazas o intimidaciones». Alguien dice que es más reticente a enfrentarse al Foro por la Democracia. Ese partido es visto por los políticos entrevistados como el mayor instigador de amenazas en línea.
Las amenazas provienen de diferentes grupos.
El ambiente sombrío afecta a los miembros del parlamento en su vida privada. Por ejemplo, alguien que fue intimidado en el supermercado dice que evite los lugares públicos. Otros políticos también han comenzado a comportarse con más cautela fuera de la Cámara de Representantes.
Se mencionan varios grupos de donde proviene la amenaza: los partidarios del Foro para la Democracia, los manifestantes contra las medidas del coronavirus, los creyentes extremistas, los granjeros enojados y el hampa.
Vera Bergkamp, presidenta de la Cámara de Representantes, califica de «horrible» que muchos diputados se enfrenten a amenazas o intimidaciones. «Esto nunca debería volverse normal. Los representantes del pueblo deben poder hacer su trabajo en libertad y seguridad», dijo Bergkamp.