Alexandra Popp pone fin a su carrera en la selección nacional. 67 goles en 144 partidos internacionales: con ella, el fútbol femenino ha perdido mucho más que un temido goleador.
Hace dos años que el fútbol femenino experimentó un nuevo auge en Alemania. En el Campeonato de Europa de Inglaterra, la selección de la DFB llegó a la final. Casi 18 millones de alemanes vieron por televisión cómo el equipo luchaba por llegar a la prórroga, que se perdió por poco. Como resultado de este exitoso Campeonato de Europa, a los partidos de la Bundesliga de fútbol femenino acudió una media de tres veces más aficionados que antes. Se batieron récords y también se alcanzaron hitos en las retransmisiones televisivas.
También fue gracias a Alexandra Popp que las mujeres alemanas llegaron a la final de 2022. Con seis goles, fue la máxima goleadora del torneo. Desafortunadamente, se perdió la final, un poco como le pasó a Michael Ballack con los hombres en 2002. Esto no dañó su reputación. Popp era más que el temido goleador y capitán. Ella era la cara, la portavoz del equipo. Cualquiera que pensara en la selección alemana no podía ignorar a Popp. Las cosas serán diferentes en el futuro.
video | Alexandra Popp comparte emotiva declaración de renuncia
Fuente: t-en líneaDespués de 144 partidos internacionales y 67 goles puso fin a su carrera en la DFB. El partido internacional número 145, un amistoso contra Australia el 28 de octubre, será el último. En cuanto a Merle Frohms y Marina Hegering, los Juegos Olímpicos de París fueron la última aparición de Popp con el águila en el pecho. Con ella va el peligro personificado, el terror de toda defensa.
Si Popp aparecía en el área rival con una camiseta de la DFB, sonaba la alarma. Porque con ella casi cada centro era una buena oportunidad de marcar. Su potencia de cabezazo la convirtió en un arma en el aire. Su deseo incontenible de ganar todos los partidos era contagioso. Su lucha contra la eliminación prematura del Mundial de Australia en el último partido del grupo contra Corea del Sur nunca será olvidada.
La energía que Popp irradió en aquella emotiva velada en Brisbane ahora falta. “El fuego (…) ya está casi extinguido”, explicó. “Ni mi cuerpo, que es una bomba de tiempo, ni ninguna otra persona deberían adelantarme. Antes de que el fuego se apague por completo, porque entonces sería demasiado tarde, ahora es el momento adecuado”.
A partir de ahora Alemania tendrá que prescindir de Popp. Después de Almuth Schult, Svenja Huth, Melanie Leupolz, así como Hegering y Frohms, el jugador de 33 años es otra figura clave de larga data en la selección nacional. No sólo el entrenador es diferente tras la salida de Horst Hrubesch de los partidos internacionales a finales de octubre, sino que el equipo también tiene una cara completamente diferente. Pero uno que tuvo un buen modelo a seguir en Alexandra Popp.