Alex Klaasen se pone sus propios zapatos grandes | reseña ★★★★☆

Dejemos que Alex Klaasen se ponga sus propios zapatos grandes por una vez… Ha demostrado su virtuoso arte con las actuaciones de Show y Snowponies. Desgarrador, convincente, contrario, tenso, opresivo y descarado.

Lleno de ideas e innovador como forma de teatro. Se convirtió en un género que no conocíamos, actuaciones con grandes conjuntos de buenos jóvenes. Pero ahora va en solitario, como en 2009. Sin ponis es implacable. Lo llama una revista unipersonal, aparentemente porque presenta el espectáculo con capas de humor y profundidad.

Perfil cristalino

El enfrentamiento es cómodo. Klaasen no se hace pasar por un comediante, ni deja las puertas entreabiertas, pero tampoco cae en una terquedad pulida ni en un glamour falso. Su perfil es muy claro. Debajo del éxtasis de sus chistes siempre hay algo de verdad.

Para ser precisos: no cuenta una historia concluyente, se aferra a sorprendentes detalles de perfección en temas tontos y a una reflexión tenue cuando se retira con un arsenal de voces en canciones que adquieren el carácter de chansons. Y sabe reunirlos, clasifica los elementos cuya comprensión miedo es uno de los característicos.

No creas que se esconde en una burbuja. Además, sus coletristas y compositores como De Groentemannen, el director De Witte y De Bekker tienen una reputación que mantener. En parte debido a esto, existe una exageración exuberante y responsable.

“Tenemos que superar esto juntos”

Alex Klaasen es increíblemente fuerte en la caracterización de personajes, pero no cae en tipos, gracias a Dios. Un decorado enorme y un vestuario entrometido ilustran las escenas en las que interrumpe con aparente facilidad descuidada, entabla una conversación y lleva al público a cuestas. Como si no estuviera escrito palabra por palabra en el guión.

Y otra cosa. No lo imita ni por un momento con su vibrato, pero la atmósfera se acerca a la molestia, la fuerza única de Toon Hermans. “Tenemos que superarlo juntos, tú y yo”, aconseja. Aunque, al mismo tiempo, es posible que escuchen que está listo para un momento para sí mismo. Para ello tiene algunos trucos con efectos que funcionan fenomenal, como los monólogos en un sillón de masaje. Por otro lado, se pierde en repeticiones o verbosidad. Parece que el monólogo exasperante de un revisor en un vagón parado también presenta este defecto. Sin embargo, lo conecta con un final ingenioso sin igual.

dolor enmascarado

Bueno, en el fondo, Klaasen es un bailarín. El ballet era su ambición. Obtenemos algo de eso el lago de los cisnes , pero con el paso de los años ha ajustado planes y trazado líneas divisorias con descubrimientos intimidantes o conmovedores. Él enmascara su dolor Sin ponis , pero es imprescindible. Él es un refuerzo. El acto de un unicornio bastante alegre y extrovertido te agarra por el cuello.

Actuaciones

Evento Alex Klaasen Programa Sin ponis Textos Klaasen, Van Dongen, Barendsen et al. Dirección Peter van de Witte Decoración Rupert y Veenkamp Disfraces Bremers y Rorije Coreografía Wijnands y Rademaker Visto 2/11 Emmen, Teatro Atlas Audiencia 292 Aún por ver 4 y 5/11 Groningen (Stadsschouwburg), 29/11 Leeuwarden (De Harmonie), 30/11 Sneek, 1/12 Assen, 29/12 Drachten

★★★



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