Alemania entrará en recesión el próximo año, dicen destacados economistas


Un nuevo pronóstico de los principales institutos económicos de Alemania prevé que la economía más grande de la eurozona entrará en recesión el próximo año, provocada en gran medida por un aumento “drástico” en los costos de la energía causado por la guerra de Rusia en Ucrania.

Los institutos dijeron que el producto interno bruto del país se expandiría un 1,4 por ciento este año, se contraería un 0,4 por ciento en 2023 y crecería un 1,9 por ciento en 2024.

Dijeron que la inflación aumentaría al 8,8 por ciento el próximo año, ligeramente superior al nivel de este año del 8,4 por ciento, aunque disminuiría al 2,2 por ciento en 2024.

Los economistas atribuyeron el empeoramiento de las perspectivas al recorte de las exportaciones de gas ruso a Europa, lo que llevó el precio del combustible a niveles récord durante el verano y aumentó la perspectiva de escasez de gas este invierno.

Aunque no esperan que Alemania se quede sin gas, los institutos dijeron que la situación del suministro “sigue siendo extremadamente difícil”, y es probable que los precios del gas se mantengan “muy por encima de los niveles anteriores a la crisis”. “Esto significará una pérdida permanente de prosperidad para Alemania”, agregaron.

El pronóstico fue producido por el Instituto Ifo en Munich, el Instituto Kiel para la Economía Mundial, el Instituto Halle para la Investigación Económica y el Instituto Leibniz para la Investigación Económica.

Marca una revisión radical del pronóstico de primavera de los institutos, lo que subraya el panorama cada vez más sombrío para la economía y, en particular, para las industrias que consumen mucha energía, como la química. Hace apenas cinco meses, los institutos pronosticaban un crecimiento del 2,7 % este año y del 3,1 % en 2023.

“Esta revisión refleja principalmente el alcance de la crisis energética”, dijeron en un comunicado conjunto, y agregaron que la producción económica en 2022 y 2023 sería 160 mil millones de euros más baja de lo esperado en la primavera.

Una señal de optimismo la proporcionó el mercado laboral alemán, que, según dijeron, estaba teniendo un “efecto estabilizador”. La escasez de trabajadores calificados significaba que las empresas deseaban retener al personal existente, “por lo que es probable que el empleo solo disminuya levemente temporalmente”.



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