La recuperación tras la crisis del coronavirus duró poco tiempo: la economía alemana cayó en recesión el año pasado y se está quedando atrás a nivel internacional. Según datos preliminares de la Oficina Federal de Estadística, el producto interior bruto (PIB) en 2023, ajustado a los precios, cayó un 0,3 por ciento en comparación con el año anterior.
La mayor economía de Europa está entrando en el año en curso sin ningún viento de cola. Según una estimación inicial, es probable que la producción económica se haya reducido a finales de 2023. Algunos economistas temen ahora que el PIB vuelva a caer este año. Hay un pequeño rayo de esperanza en las finanzas públicas.
El año pasado, el consumo privado no logró proporcionar un apoyo económico importante. Ante el importante aumento medio anual de los precios al consumo, mucha gente le dio la espalda. “La crisis energética y las tensiones geopolíticas inquietaron a productores, inversores y consumidores”, afirmó el lunes en Berlín la directora de la Oficina Federal de Estadística, Ruth Brand. “El comercio mundial perdió impulso, con consecuencias negativas para la industria exportadora alemana”. Además, el aumento de los tipos de interés inmobiliario frenó la construcción. Las empresas, en cambio, invirtieron más en equipamiento, especialmente en vehículos. En 2022, la mayor economía de Europa creció un 1,8 por ciento.
Alemania se está quedando atrás
Alemania no tiene nada con qué contrarrestar la débil demanda exterior y los altos tipos de interés, afirmó el economista jefe del VP Bank, Thomas Gitzel. “Si el viento en contra del comercio exterior sopla un poco más fuerte, Alemania colapsará. Hay una falta de dinamismo económico interno”. La gente ha ahorrado en bienes cotidianos y ha dado prioridad a su presupuesto de vacaciones. “Una parte del gasto de los consumidores alemanes acabó en el Mediterráneo”.
Según los estadísticos, en una comparación internacional, se espera que en 2023 la economía de Alemania quede muy por detrás de la de otros grandes estados miembros de la UE o de grandes economías como Estados Unidos o China. “En comparación con 2019, es decir, el año anterior al estallido de la pandemia del coronavirus, la producción económica en Alemania fue la que creció más débilmente en comparación con otros grandes estados de la UE”, dijo el jefe de la autoridad Brand.
El ministro federal de Finanzas, Christian Lindner (FDP), calificó la base económica como sólida: “las condiciones marco aún no están dadas”.
Las perspectivas para el año en curso se nublan
Según los economistas, por el momento no hay señales de una recuperación sostenible. Alemania comienza sin viento de cola el año 2024. Según una primera estimación de los estadísticos, el PIB del cuarto trimestre, descontado los precios y los efectos estacionales y de calendario, probablemente se contrajo un 0,3 por ciento en comparación con el trimestre anterior.
Muchos investigadores económicos recientemente redujeron sus pronósticos y ahora esperan un crecimiento significativamente menor al uno por ciento en 2024. Según Martin Moryson, economista jefe para Europa de la filial de fondos del Deutsche Bank, DWS, el único punto positivo es el sólido mercado laboral. “El empleo está aumentando y los sueldos y salarios netos están creciendo con fuerza. Esto da cierta esperanza de que el consumo privado vuelva a respaldar la economía este año”.
Sin embargo, algunos economistas no descartan otra caída del producto interno bruto este año. “Es probable que la economía experimente la primera recesión de dos años desde principios de la década de 2000”, afirmó el economista jefe de ING, Carsten Brzeski.
El Instituto de Macroeconomía e Investigación Económica (IMK) de la fundación sindical Hans Böckler considera que una de las principales causas es el freno de la deuda, que dificulta importantes inversiones en protección del clima e infraestructuras. Es probable que la política financiera del gobierno federal se convierta en una carga para la economía en 2024, afirmó Sebastian Dullien, director científico del IMK. “Aunque la economía alemana está en recesión, el gobierno federal está recortando el gasto y aumentando los impuestos”.
Déficit público algo menor
El año pasado, las autoridades fiscales alemanas volvieron a gastar más dinero del que recaudaron. Según datos preliminares, los déficits de los seguros federales, estatales, locales y sociales ascendieron a unos buenos 82,7 mil millones de euros. Se trata de 14.000 millones de euros menos que el año anterior, en parte porque una gran parte del gasto se destinó a la lucha contra la pandemia del coronavirus. Según la información, el gobierno federal también realizó menos transferencias a los estados y a las compañías de seguros sociales, aunque con ello empeoraron sus saldos financieros.
Después de dos casos atípicos en los años de Corona 2020 y 2021, Alemania cumplió por segundo año consecutivo con la regla de deuda europea: basado en la producción económica total, el año pasado el déficit fue del 2,0 por ciento, según cálculos preliminares. En 2022 fue del 2,5 por ciento.
El Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento permite a los estados de la UE tener un déficit presupuestario de un máximo del tres por ciento y una deuda total de un máximo del 60 por ciento del PIB nominal. Las reglas se suspendieron temporalmente debido a los costosos programas de ayuda de Corona. Poco antes de Navidad, los ministros de Finanzas de la UE acordaron planes de reforma: el objetivo es tener más en cuenta en el futuro la situación respectiva de los países (dpa).