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La policía y las agencias de inteligencia allanaron el jueves 54 propiedades en toda Alemania como parte de una ofensiva contra lo que describieron como islamismo “antiisraelí” a raíz de la profundización de la crisis en Medio Oriente.
El Ministerio del Interior alemán dijo que había abierto una investigación sobre el Centro Islámico de Hamburgo (IZH), una de las organizaciones musulmanas más grandes y antiguas del país, por sus conexiones con Irán y el grupo paramilitar libanés Hezbollah.
«Tenemos la escena islamista en la mira», dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser. “Especialmente ahora, en un momento en el que muchos judíos se sienten particularmente amenazados, se aplica lo siguiente: no toleramos la propaganda islamista ni la incitación antisemita y antiisraelí”.
Más de 800 agentes de seguridad llevaron a cabo redadas en siete estados federales y confiscaron material que, según dijeron, sería investigado por sedición y delitos relacionados con el terrorismo.
La IZH no respondió a una solicitud de comentarios.
El Ministerio del Interior dijo que la organización, que dirige la Mezquita Imam Ali en Hamburgo, tenía vínculos políticos con el régimen de Teherán. Esa conexión ha estado en el radar de las autoridades desde 1993, cuando el IZH fue puesto bajo vigilancia gubernamental. La mezquita fue un importante centro de protesta estudiantil iraní contra el Sha en la década de 1970.
El IZH ha intentado, sin éxito, que se retiren las órdenes de vigilancia ante los tribunales y anteriormente ha declarado infundadas las acusaciones sobre sus conexiones con Irán.
«El IZH ejerce una gran influencia en determinadas mezquitas y clubes», dijo el Ministerio del Interior, citando pruebas de la agencia de inteligencia interna de Alemania. “En estos círculos se puede observar a menudo una clara actitud antisemita y antiisraelí, que también se propaga en varios medios de comunicación”.
El gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz se ha visto sometido a una creciente presión interna en las últimas semanas para que adopte una línea más firme contra el islamismo en Alemania.
Según las autoridades de seguridad alemanas, los crímenes de odio antisemitas han aumentado tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre y la posterior invasión israelí de Gaza.
Incluyeron un ataque con bomba incendiaria contra una de las sinagogas más grandes de Berlín y la profanación de monumentos conmemorativos del Holocausto en todo el país.
La mayor parte de los crímenes han sido cometidos por musulmanes, según funcionarios del gobierno, y muchos de ellos ocurrieron en mítines pro palestinos celebrados en protesta por la campaña de Israel en Gaza y las tensiones en Cisjordania.
Berlín ha sido tradicionalmente uno de los más firmes partidarios internacionales de Israel y ha prometido una actitud de tolerancia cero hacia el comportamiento antisemita en Alemania.
Este mes, el gobierno prohibió el grupo activista Samidoun, de fama internacional, al considerar que era una fachada de Hamás.
“Israel es nuestra razón de Estado”, dijo Scholz en octubre, tal como lo había hecho su predecesora Angela Merkel, destacando la responsabilidad histórica que muchos alemanes sienten hacia Israel en expiación por los horrores del nazismo.
El gobierno ha equiparado las actitudes antiisraelíes con el antisemitismo, pero eso ha llevado a los funcionarios de seguridad a una zona legal gris.
El Ministerio del Interior ha prohibido ahora el eslogan propalestino de uso común, “Del río al mar, Palestina será libre”, por ejemplo, declarando que es una declaración que apoya implícitamente la destrucción del Estado de Israel.
Pero los abogados del gobierno no han podido decidir si la frase “Del río al mar” por sí sola también es ilegal, diciendo que dependería del contexto en el que se utilizó.
Algunos fiscales estatales han dicho que no comprenden el contenido de las nuevas órdenes legales de Berlín y no están seguros de qué podrían defenderse en los tribunales.