Alemán acusado de contrabando de equipo utilizado para fabricar rifles de francotirador para Rusia


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Los fiscales han acusado a un empresario alemán de contrabandear millones de euros en equipos de ingeniería sensibles a Rusia para fabricar rifles de francotirador.

El ejecutivo, denominado Ulli S en la acusación, está acusado de haber utilizado una red de empresas fantasma en Suiza y Lituania para ocultar las ventas de equipos a una empresa de armamento rusa no identificada. En los cargos presentados en Stuttgart el lunes, los fiscales alemanes dijeron que seis máquinas alemanas especializadas por valor de unos 2 millones de euros habían sido enviadas a Rusia a través de la red en 2015-16.

Alemania ha impuesto una prohibición a la venta de armas y equipos de doble uso utilizados para fabricar armas a Rusia desde 2014, en cumplimiento de un embargo de la UE tras la anexión ilegal de Crimea de Ucrania por parte de Moscú ese año.

Desde entonces, ante una escasez crítica de equipos de ingeniería de precisión y electrónica de alta tecnología, Rusia ha intensificado sus esfuerzos para obtener componentes y maquinaria ilegalmente, a menudo utilizando sus servicios de seguridad para ayudar a entidades extranjeras a violar las sanciones.

Después de que el presidente Vladimir Putin lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero del año pasado, la importancia de esas redes ilícitas no ha hecho más que crecer. En los últimos meses ha aumentado la preocupación en las capitales occidentales sobre la capacidad de Rusia para evadir las prohibiciones de exportación destinadas a obstaculizar su esfuerzo bélico.

Alemania, con su red de pequeñas y medianas empresas de ingeniería especializadas, ha sido un objetivo especial.

En un caso separado, Waldemar W, un ciudadano alemán nacido en Rusia, fue arrestado por la policía en agosto bajo sospecha de establecer una red para suministrar equipos electrónicos sensibles a Rusia, incluso para su uso en drones Orlan-10.

En sus acusaciones contra Ulli S, los fiscales alemanes alegaron que él era plenamente consciente del fin para el que se utilizarían las máquinas que vendía.

Afirmaron que estableció una cadena corporativa que ayudaría a proporcionar una negación plausible sobre el destinatario final de las máquinas, y dijeron que envió empleados a Rusia para instalar y calibrar las máquinas en las instalaciones del fabricante de armas. Su compañía también prometió que ayudaría a capacitar a los trabajadores de las fábricas rusas para operar las máquinas para fabricar armas, agregaron.

La acusación contra él también afirma que envió cuatro rifles de francotirador en 2015 desde el fabricante ruso (también en violación de las reglas de sanciones) a Alemania occidental, para garantizar que las máquinas funcionaran con la máxima eficiencia para su cliente ruso. Ulli S. falsificó las fechas de los contratos del pedido de fusiles para que fueran anteriores al embargo de la UE, según afirma también la acusación.

Ulli S aún no ha comparecido ante el tribunal para responder a los cargos. El ciudadano alemán fue arrestado en Francia en agosto y trasladado de regreso a su país de origen para ser interrogado. En las investigaciones criminales alemanas es una práctica habitual no revelar los nombres completos de los sospechosos.

En marzo, Estados Unidos dijo que estaba redoblando sus esfuerzos para controlar las sanciones, en medio de temores de que Moscú estuviera asegurando el acceso a los materiales sensibles que necesitaba al enviar envíos a través de terceros países, como los estados del Golfo y Turquía.

Suiza también se ha convertido en un punto de atención cada vez mayor. Los fiscales afirmaron que Ulli S. ejecutó dos de los tres contratos prohibidos que realizó con entidades rusas a través del país alpino.



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