El edificio, que tenía tres plantas y albergaba varios apartamentos, se había derrumbado el viernes. En un principio, el saldo era de once muertos y once heridos, pero el sábado los tres desaparecidos -una mujer y dos niños- también fueron hallados muertos bajo los escombros.
Los apartamentos del edificio fueron cerrados en 2010 por riesgo de derrumbe, pero aún estaban ocupados ilegalmente, según la protección civil del estado de Pernambuco.
En abril, en la localidad de Olinda, también en Pernambuco, seis personas murieron en el derrumbe de un edificio. Desastres como este ocurren regularmente en los barrios más pobres, donde la gente tiene menos acceso a una buena vivienda.