Cincuenta mil euros como indemnización por el asesinato de su padre. Giorgio Veronesi, hijo del joyero Giovanni Veronesi, asesinado durante un robo el 21 de marzo de 2013 en su tienda de via dell’Orso, en el céntrico barrio de Brera de Milán, está indignado. Su asesino lo golpeó más de 40 veces con un destornillador y un mazo.
Giorgio Veronesi: el Estado debería ofrecer mucha más ayuda
Según Giorgio Veronesi, el Estado “debería ofrecer mucha, mucha más ayuda” a quienes se encuentran en su misma situación. «Esta indemnización de 50 mil euros me parece inadecuada, quien fue condenado recibió una pena leve en mi opinión, cadena perpetua en primer grado, reducida a 30 años – explicó a Tg3 -. Este hombre robó mil objetos que eran 30 años de trabajo de mi padre.” «Estoy pensando en las personas que han sufrido delitos como los que yo sufrí y que no tienen seguridad económica, la familia ya no tiene un ingreso fijo, tuvieron que vender el negocio. Debería recibir mucha, mucha más ayuda del Estado”, concluyó.
La mísera indemnización de 50 mil euros
Ahora, más de diez años después, el hijo del joyero asesinado ha recibido del juez civil de Roma una indemnización de 50.000 euros, una suma calificada de “irrisoria” por sus abogados. Iván Gallo, un técnico recién despedido de la empresa que también se encargaba del sistema de vigilancia de la joyería Veronesi, fue detenido por la policía unos días después en España, en Marbella. Fue condenado a cadena perpetua y luego a treinta años por motivos muy duros: se había “mostrado totalmente insensible ante el horrendo asesinato cometido”, demostrando “una indiferencia absoluta ante los graves crímenes cometidos”.
El joyero fue brutalmente asesinado
Gallo aprovechó los conocimientos del joyero para entrar en la tienda y matarlo brutalmente. El crimen causó gran impresión en la capital lombarda por su brutalidad. En la sentencia con la que condenó al hombre a cadena perpetua, el juez escribió que antes de ser capturado por la policía, el hombre pasaba «las tardes placenteramente consumiendo sustancias estupefacientes y dedicándose a actividades recreativas», haciendo «planes para su futuro».
El motivo del robo
El móvil del robo fue “el deseo de reunir el dinero necesario para ir a España a visitar a su hija”. Una vez que llegó a Marbella, sin embargo, no se había “dedicado sólo a su hija – subrayó el juez -. Un amigo suyo que vive allí le contó a un amigo común que la noche de su llegada lo habían visto en el puerto “todo drogado” y “jugando a los dardos con otro yonqui”.