‘Ahorrar entre 500 y 800 euros en la factura de la luz’: PS quiere tarifa reducida para 1,5 millones de familias

La tarifa social de energía ayuda a los hogares vulnerables a pagar sus altísimas facturas de energía. Alrededor de 1 millón de familias belgas lo usan hoy. Pero para el PS, las familias que quedan justo fuera de la tarifa social también deben recibir apoyo económico. El presidente del partido, Paul Magnette, y el viceprimer ministro, Pierre-Yves Dermagne, acaban de decir esto durante una conferencia de prensa en la sede del partido.

En términos concretos, el PS solicita la introducción de una ‘tarifa media’ para las familias que no tienen derecho a la tarifa social, pero cuyos ingresos tampoco superan el salario medio. El objetivo es que este colectivo pague una tarifa reducida que se sitúa entre la tarifa social y la tarifa normal del mercado. “La ganancia promedio para los hogares involucrados sería del orden de 500 a 800 euros por año”, dice Magnette. Serían alrededor de 1,5 millones de familias.

La medida es de gran importancia para Magnette porque es precisamente este grupo el que corre peligro de caer entre los pliegues de la política. Mientras que las familias más vulnerables son ayudadas a través de la tarifa social, los mayores ingresos pueden recurrir a la indexación automática de salarios. Un estudio de la consultora PwC ha demostrado recientemente que la tarifa social es un poderoso instrumento para proteger a las familias vulnerables frente a los precios históricamente altos del gas y la electricidad. Se sabe desde hace algún tiempo que los ingresos más altos en particular se benefician proporcionalmente de la indexación.

Impuesto sobre salud

La propuesta de introducir una ‘tasa media’ es parte de un paquete más amplio de medidas de poder adquisitivo que el PS presentó el lunes por la tarde. La mayoría de estos se conocen desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, los socialistas de habla francesa están presionando por el mantenimiento de la indexación automática, por una revisión del estándar salarial y por un aumento en los salarios mínimos. Además, se pide una reforma fiscal que debería rendir 100 euros al mes a la clase media baja.

La reforma fiscal en sí costaría 3.000 millones de euros. El paquete completo 6.500 millones de euros. El PS quiere recaudar ese dinero a través de los impuestos a la riqueza. El impuesto sobre valores existente debe endurecerse considerablemente. Es necesario un impuesto progresivo sobre el patrimonio, con un tipo que suba al 1,5 por ciento para quienes tengan un patrimonio neto superior a 5 millones de euros (excluyendo vivienda propia y negocio). Debe eliminarse la exención del impuesto sobre las ganancias de capital de las acciones. Y los ‘beneficios excedentes’ de las empresas energéticas serían eliminados.

Magnette espera que el gobierno federal pueda debatir el paquete de poder adquisitivo a fines de mayo, cuando el grupo de expertos en Poder Adquisitivo y Competitividad, designado por el Primer Ministro Alexander De Croo (Open Vld), haya completado su primer informe. También espera propuestas de los otros socios de la coalición. Los liberales, encabezados por el presidente de MR, Georges-Louis Bouchez, ya han dejado claro que no les gustan las propuestas del PS. Inviable e inasequible, es su análisis.



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