Veinte años después de que los biólogos moleculares Laura van ‘t Veer y René Bernards del Hospital Antoni van Leeuwenhoek idearan la prueba, el Instituto de Salud finalmente cree que la evidencia es lo suficientemente sólida. La prueba se puede utilizar para determinar qué tan agresivo es el tumor en mujeres con cáncer de mama en etapa inicial. MammaPrint controla el funcionamiento de setenta genes en las células cancerosas, que intervienen, entre otras cosas, en la velocidad de división celular. Si el perfil genético del tumor es favorable, se puede omitir la quimioterapia.
Sobre el Autor
Ellen de Visser es editora médica en la oficina editorial científica de de Volkskrant y autor de best sellers ese pacienteen el que los profesionales sanitarios hablan de un paciente que cambió su visión de la profesión.
En mujeres con cáncer de mama temprano, los médicos estiman el riesgo de metástasis basándose en las características del tumor, como el tamaño y la cantidad de ganglios linfáticos afectados. Sin embargo, esta evaluación de riesgos no tiene en cuenta las características biológicas del tumor, por lo que el resultado no siempre es correcto. Como resultado, a veces las mujeres reciben quimioterapia que podrían haberse omitido. Nunca habrían desarrollado metástasis ni se habrían sometido a un tratamiento tan intenso en vano. La prueba genética holandesa puede aportar claridad a varias mujeres. El valor añadido de la prueba se probó en un investigación europea entre siete mil mujeres.
Evidencia suficiente
Hace cinco años, el Instituto de Salud dictaminó que la prueba holandesa no proporcionaba suficiente certeza y no concedió ningún reembolso. Según el Instituto de Salud, ya se han realizado suficientes investigaciones a largo plazo y existen pruebas suficientes. La prueba se reembolsa a un pequeño grupo de pacientes con cáncer de mama; Se trata de mujeres mayores de 50 años con cáncer de mama sensible a las hormonas en sus primeras etapas.
Oncotype DX, una prueba genética comparable fabricada en Estados Unidos, ya estaba incluida en el paquete básico y ahora se reembolsa a un grupo más grande de pacientes. Con estas dos pruebas se puede prescindir de forma segura de la quimioterapia cada año unas quinientas mujeres, según el Instituto de Salud. Esto no sólo evita el tratamiento excesivo, escribe el Instituto de Salud en un informe, sino que también conduce a menos costes sanitarios innecesarios y a un menor despliegue del escaso personal sanitario.