Los activistas exigen que los clubes de golf franceses ahorren agua en sus verdes llanuras. En un comunicado, aseguran que quieren poner fin a las “actividades de ocio de los más privilegiados”. Atacaron, entre otras cosas, a la ciudad de Toulouse.
Prohibición
Hay escasez de agua en decenas de pueblos franceses. Por ejemplo, ahora está prohibido lavar el coche. Los palos de golf escapan en gran medida al baile. Según un portavoz de la Federación Francesa de Golf, “un campo de golf sin vegetación es como una pista de hielo sin hielo”, dijo Gérard Rougier al sitio web de noticias France Info.
El alcalde francés, Éric Piolle de Grenoble, se sumó a la protesta contra los palos de golf. “Seguiremos protegiendo a los ricos y poderosos”.