Agricultura: cooperación en lugar de competencia

Con un balance del bien común, empresas, municipios e instituciones pueden mostrar cómo se comprometen con el bien común. El balance evalúa tanto los aspectos sociales como la sostenibilidad ecológica. Muestra cómo la empresa estructura las relaciones con proveedores, empleados, clientes y el entorno social. Entre otras cosas, evalúa cuán transparente o ecológicamente trabaja una empresa o cuánto respeta la dignidad humana, también en la cadena de suministro de los productos.

El balance del bien común es una herramienta de la llamada economía del bien común, un modelo económico en el que el bienestar de las personas y la naturaleza se dan como los objetivos más importantes y la solidaridad y la cooperación como valores fundamentales. Según la asociación internacional “Economía del Bien Común”, este modelo se utiliza en 35 países. En Alemania, 500 empresas son miembros de la asociación o han elaborado un balance por el bien común.



ttn-es-39