Agotado, apático y distraído: Leao nunca estuvo tan lejos de Milán

Precario estado físico tras el Mundial, dos banquillos seguidos, relaciones tensas en su plantilla. Y ahora la familia está bloqueando la renovación.

Carlo Laudisa y Alessandra Gozzini

Ayer a última hora de la tarde Rafa Leao apareció en las redes sociales: una historia de Instagram con la camiseta rossoneri, una instantánea del último derbi y, en lugar de pie de foto, la imagen de una pisada. Ciertamente no la que dejó en carrera: las únicas huellas oficiales son las de la amonestación (abofeteada a Barella) que le costó su entrada entre las amonestaciones. Podría haber repercutido si Giroud hubiera mantenido la tradición del derbi: la parada tras la invitación perfecta de Rafa, tras uno de sus descensos, fue en cambio para olvidar.

Aquí se resume el partido de Leao, que llegó sobre el décimo de la segunda mitad. Nada más que informar. Es más interesante tratar de explicar todo lo que pasó antes y después del derbi del domingo. Antes: en la semana previa al gran desafío, Rafa no había convencido a Pioli para recuperar la confianza. Había estado fuera contra el Sassuolo, pero el banquillo en el derbi era decididamente más incómodo. Ritmo suave en el entrenamiento: es cierto que la pereza forma parte del carácter, pero el momento presente exige un espíritu diferente. Leao no hizo ese sprint extra que se le pedía: no un simple sprint de velocidad, sino de meterse perfectamente en el papel.

Condición física

Tiene una coartada: su estado físico no lo soporta desde hace semanas. A la vuelta del Mundial de Qatar, Rafa bajó el ritmo porque se quedó sin energía. En los parámetros en manos de la plantilla hay un antes y un después y la parada dedicada a las selecciones es el parteaguas. Tras el partido por televisión, Pioli lo explicó así: «La decisión de jugar con dos delanteros más cercanos fue para poner en aprietos a la defensa del Inter. Por eso elegí Giroud y Origi. Leao tiene que seguir trabajando y mantenerse activo durante todo el partido, es un jugador en el que nos centramos mucho. ¿Lo haría de nuevo? Sí, las elecciones que he hecho son las mejores por lo que he visto durante la semana». En una pregunta posterior sobre Rafa y el arrepentimiento de no haberle alineado desde el inicio, se crea un malentendido que el técnico quiere aclarar de inmediato, y al hacerlo reitera el concepto: «No, no cambiaría de opinión ». Origi más que Leao, pues: por características técnicas. Y quizás por una naturaleza más inclinada al sacrificio, exhibida también en el adiestramiento. Ciertamente no por el mayor dinamismo. Entonces, sin embargo, Rafa corre el riesgo de quedarse fuera nuevamente.

vetos cruzados

Los estados de ánimo de los jugadores están ahí para que todos los vean y es fácil leer los desarrollos en el frente técnico. En cambio parece más complicado interpretar las jugadas de los protagonistas de la negociación por la renovación del contrato. Desde principios de enero, las obras están esencialmente paralizadas, paralizadas por una serie de vetos cruzados. La semana pasada una nota de prensa del club en via Aldo Rossi pretendía tranquilizar al ambiente de cara al derbi, señalando que «el diálogo con Leao y su entorno continúa en un ambiente sereno y profesional». Para corroborar esta tesis también siguieron las declaraciones del abogado Ted Dimvula, titular de la fiscalía de Leao un año más. Es igualmente cierto, sin embargo, que desde el pasado mes de noviembre la familia Leao ha intentado en vano que el profesional francés dialogara con Jorge Mendes, superconsejero del padre Antonio.

Dimvula aprovecha la delegación formal, pero se deben filtrar los contactos con Paolo Maldini y Ricky Massara, dado que los Leao tienen ideas diferentes a las de su agente oficial. Esto explica, entonces, cómo ciertos nudos siguen siendo muy intrincados. Al fin y al cabo, la propuesta del AC Milan de subir el sueldo a 6,5 ​​millones netos no es suficiente para satisfacer al jugador, ya que el Milan cree que con esta movida puede agotar la argumentación del Sporting. En cambio, Rafael y su séquito quieren que el Milán lo libere de la carga de 19 millones (incluidos los honorarios legales) adeudados al Club de Lisboa. E incluso los últimos contactos entre las partes no han dado lugar a cambios sustanciales. De hecho, también queda pendiente la cuestión de la cláusula de 150 millones que el atacante pide que se reduzca a la mitad para ampliar más allá de 2024. Maldini ha esperado en reiteradas ocasiones que el partido acabara en enero: lamentablemente ese plazo ya pasó y está en el horizonte hay sin destellos positivos (por el momento) a la vista. Para enredar aún más las cosas están las relaciones difíciles (si no francamente conflictivas) en el mundo de Rafael. Divisiones sustanciales que dificultan el camino de la diplomacia.



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