El entusiasmo parece ser grande, porque ayer ya se habían registrado 600 voluntarios. Sin embargo, no hay gran recompensa: los participantes reciben una etiqueta reflectante en su equipaje.
El peso de los pasajeros se mantiene discreto y se publica una única cifra, que consta del peso del pasajero más el peso de su equipaje de mano. Los participantes no serán penalizados si superan un determinado peso y “su peso no estará vinculado a datos personales”.
Las cifras se enviarán luego a Traficom, la Agencia Finlandesa de Transportes y Comunicaciones, que las utilizará para calcular el peso de los aviones desde el próximo año hasta 2030.
Los aviones sólo pueden tener un peso determinado para volar con seguridad. Hasta ahora se hacía una media de cada pasajero y su equipaje de mano. Ese promedio se recalcula cada cinco años. El proyecto piloto durará hasta mayo.