Los controles se realizaron el viernes pasado y en la noche de jueves a viernes. El 22 de julio, los funcionarios de aduanas encontraron diez grandes bultos que contenían 300 paquetes de coca, con un peso total de 300 kilogramos, en un contenedor con material de desecho de Colombia. El contenedor estaba destinado a una empresa en Maassluis, según el OM.
En la noche del jueves al viernes, la aduana interceptó 175 kilos de cocaína, escondidos en diez cajas. El lote estaba en un contenedor de accesorios de maquillaje enviado desde Panamá. Este contenedor estaba destinado a una empresa en Ámsterdam.
Ambas empresas probablemente no tuvieron nada que ver con el contrabando, dice la justicia.