Los cráneos estaban en cajas y envueltos en papel de aluminio, aparentemente para evitar los escáneres de los aeropuertos. El paquete procedía del estado de Michoacán, uno de los estados más violentos del país, y se dirigía a Manning, Carolina del Sur.
La Guardia Nacional no ha dado a conocer ningún dato sobre la edad, identidad o posible motivo del envío de las calaveras. Los restos humanos no se pueden enviar así, sino que deben ir acompañados de un permiso especial. En este caso no estuvo presente.