Adorni y la edad de oro: el vínculo con Gimondi y las clases de ciclismo en el Cannibal Merckx

Felice y el campeón belga fueron alumnos de Vittorio, en una época irrepetible. Y cuando Vittorio encontró a Eddy en su habitación bebiendo cerveza…

Cuando recordaba su obra maestra en el Mundial de Imola, Vittorio Adorni hacía que cada vez pareciera algo diferente: encontraba palabras inéditas, siempre añadía algún detalle, alargaba el camino y entonces llegaba al momento clave. Eso había permanecido inalterado en el tiempo, como si aún estuviéramos en aquel dulce septiembre de 1968, cuando los jóvenes pensaban en cambiar el mundo y en cambio él, que a los treinta ya se consideraba un hombre adulto, sólo quería ganar esa carrera, la más hermoso de todos.



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