Fuerte revés en casa para el equipo de Allegri, sin Vlahovic ante el Udinese. El gol decisivo lo marcó el argentino Giannetti
– Turín
La Juventus ya no sabe ganar. El día de San Valentín anticipado se convierte en la primera derrota en casa de la temporada. Tras el empate con el Empoli y el nocaut en el derbi italiano, llega la derrota ante el Udinese firmada por otro Lautaro argentino: Giannetti. La crisis de la Dama está abierta: el Inter está a siete puntos a pesar de tener un partido que recuperar para la Supercopa y el Milán, a sólo un punto, presiona. No pueden ser más amargos los 405 banquillos blanquinegros conseguidos por Massimiliano Allegri, que le valieron al livornés el segundo puesto de la historia junto a Marcello Lippi y sólo por detrás de Giovanni Trapattoni (596). El Udinese, por su parte, regresa a casa con tres puntos muy importantes y su primer título de campeonato de 2024, lo que le vale el puesto 15 en la clasificación, más de 3 sobre el penúltimo Verona.
GOL DE GIANNETTI
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Allegri, sin el lesionado Dusan Vlahovic, relanzó a Federico Chiesa desde el primer minuto emparejado con Arek Milik. Cioffi cuenta con Lorenzo Lucca, delantero centro turinés que debuta en el Allianz Stadium, pero el más esperado de los friulanos es la joya Lazar Samardzic, especialmente observado por el director Cristiano Giuntoli y también por su padre Mladen, en la grada. Y es el propio serbio, con un lanzamiento de falta propio, quien da la ventaja al Udinese antes de la media hora. Samardzic le resta importancia y Lautaro Giannetti, gracias también a la asistencia involuntaria de Alex Sandro, vence a Szczesny y congela el Allianz Stadium. La respuesta de la Juventus, hasta entonces casi siempre imprecisa en los metros finales y segunda en los duelos, llegó al final de la mitad. Alex Sandro intenta enmendarse con un centro de sus días dorados, Milik se asegura pero encuentra a un Okoye reactivo en su camino.
¿LECHE? EN REALIDAD NO…
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La Juventus, más lenta de lo habitual, luchaba por sortear el muro levantado por el Udinese con su maniobra. Así que en el momento del partido necesitas una pelota muerta y la cabeza de Milik para encontrar el empate. Pero la celebración del polaco y de todo el Estadio dura unos segundos. El árbitro Abisso anula el gol porque el balón, en el córner lanzado por Chiesa, ya había traspasado la línea de gol. Allegri hace todo lo posible al colocar a Yildiz primero en apoyo de Chiesa y Milik. Y para el asalto final, tras la salida de Federico, también el joven Cerri. Las esperanzas de los bianconeri finalmente se hundieron cuando el turco, después de una excelente jugada en el área, llegó al área con un segundo de retraso y no pudo desviar el balón.
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