Adolescentes y cuidadores, Italia es el primer país en ayudar a los adolescentes a ser abuelos


Italia se encuentra entre los países europeos donde los adolescentes cuidan mejor a las abuelas y abuelos. Un fenómeno en parte ligado a la tradición cultural, pero que también podría depender de las dificultades del Estado para hacerse cargo de una porción cada vez mayor de la población que envejece. Las reflexiones provienen de los investigadores de un estudio europeo que ha querido investigar el impacto de este compromiso en niños de entre 15 y 17 años.

Seis países europeos implicados

La investigación, publicada en International Journal of Care and Caring y realizada en Italia, Países Bajos, Eslovenia, Suecia, Suiza y Reino Unido, ha demostrado cómo, para los jóvenes, cuidar de alguien puede ser una experiencia gratificante desde el punto de vista de vista emocional pero también muy estresante. Esto se debe a que los jóvenes se ven obligados a compaginar sus responsabilidades como “cuidadores” con los compromisos escolares y con el resto de los retos típicos de la adolescencia. Sin embargo, no siempre es posible hacerlo.

Italianos más comprometidos con ayudar a los abuelos

En detalle, para Italia, se examinaron las respuestas de 240 adolescentes que declararon ser también “cuidadores”, en el 67% de los casos mujeres. Entre los seis países examinados, la muestra italiana es la más comprometida con la asistencia a los abuelos (59,3%); tras ellos, pero a distancia, los suizos (34,2%) y los eslovenos (37,8%). En cambio, los niños italianos se implican menos si la persona a la que hay que asistir es un padre o un hermano enfermo.

Impacto negativo en el rendimiento académico

De las respuestas de los niños surgió que el tiempo dedicado al cuidado de los demás influyó negativamente en el rendimiento escolar: esta es la opinión del 9% de los jóvenes cuidadores italianos y, en promedio, del 17% de los niños entrevistados en los 6 países. El 8% de los niños italianos y el 14,8% en 6 países europeos informaron haber sido intimidados por tener que cuidar a alguien. Para el 29 % de los niños italianos, esta responsabilidad provocó un empeoramiento de la salud física (22 % de la media de los 6 países europeos) y de la salud mental del 19 % (28,6 % de la media de los 6 países).

Los otros efectos secundarios

Ser un «cuidador» puede ser tan pesado que el 8,5 % de la muestra italiana tenía pensamientos de autolesión (14,3 % de la media en los 6 países) y el 6,6 % (en línea con la media de los 6 países) en cambio pensaba que era hacer daño a otra persona: en el 57% de los casos (44,8% la media de los 6 países) la persona a la que se imagina haciendo daño es la misma a la que cuida.



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