Por primera vez, el diseñador milanés no solo se ha ocupado de los interiores sino también del diseño de un superyate. Los resultados son extraordinarios.
“La comodidad y un ambiente hogareño sofisticado son dos necesidades fundamentales para mí. Me encanta abordar proyectos que desafíen mi idea de una estética enrarecida que se convierte en la expresión perfecta de la funcionalidad”. En esta breve premisa, Giorgio Armani encarna toda la concreción de un proyecto, el megayate Admiral 72 de Giorgio Armani, que acaba de hacerse realidad: todas sus ideas de estilo y ambientación se ponen al servicio de una embarcación práctica y confortable, hecho a medida para aquellos que lo usará. Pero para el Rey Giorgio es sobre todo un sueño hecho realidad, porque el diseñador, que en su vida ha aplicado la creatividad a los más diversos campos, nunca había abordado del todo el diseño de un barco: no sólo los interiores sino también el diseño de los líneas para el nuevo superyate de The Italian Sea Group.
cuidado obsesivo
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Hay un boceto para contarlo, pocos trazos pero ya evocadores de la forma. “El diseño exterior tiene una impronta arquitectónica, con grandes volúmenes geométricos claros que se mezclan con otros más suaves, creando un conjunto imponente”, explicó Armani. Precisamente este es el impacto visual del megayate (actualmente llamado Geco) desvelado en una velada de gala como si de una escultura se tratase, todavía fuera del agua a la vista de las obras interiores que se avecinan. Todo ha sido definido por Armani hasta el más mínimo detalle. “Me acerco al proyecto de un barco pensando en un entorno doméstico en movimiento. Y siendo yo mismo usuario de un yate, sé bien lo que hace más agradable la navegación en cuanto a espacios, usos, detalles”, comenta Armani, que siempre ha sido un Gran amante del mar. Lo que llama la atención es un juego de tonos apagados (“susurrado” es el adjetivo que usa) y un mobiliario perfectamente armonizado. Mármoles y ónices en diversas variedades se combinan con teca natural, tapicería de seda, lacados, incluyendo un delicado matiz dorado pálido. Una obra maestra.
FORMA Y FUNCIÓN
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Sin embargo, no es un ejercicio de estilo. El concepto de forma-función está siempre en primer lugar, como también señala Giovanni Costantino, CEO de The Italian Sea Group: “Armani eligió todo él mismo, colores, acabados, telas. Hasta los muebles, comienza con su colección Armani/Casa , algunos de los cuales fueron diseñados ad hoc cuando, en su opinión, el proyecto lo requería, anteponiendo siempre la armonía por un lado y la seguridad por otro, con un rigor que no siempre se encuentra en los diseñadores náuticos”. Sobre todo llama la atención la tenue iluminación ambiental, y la exaltación de la natural gracias a unos ventanales de altura completa, que crean un generoso espacio abierto-cerrado en popa. “Hemos desarrollado una tecnología sofisticada que hace que se deslicen sobre marcos invisibles y desaparezcan si es necesario: un desafío ganado”, dice Costantino. “Poder modular el espacio interior con la luz es un verdadero orgullo para mí”, es el comentario final del diseñador milanés, que una vez más ganó el desafío en términos de ideas y clase. ¿Hubo alguna duda?
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