Por su capacidad para jugar -con el mismo rendimiento- en al menos cinco posiciones desde la media cancha para arriba, parece estar hecho para la mecánica del entrenador. Y ahora también ha enriquecido el bagaje defensivo
Vale, en el gran circo del mercado de fichajes el último en subirse al estrado es el más esperado y aplaudido. Está bien que su compra, completa con fotos de recuerdo con Maldini y Massara mientras firmaba el contrato, se remonte al verano pasado, como si dijera, en tiempos de éxito como hoy, al Pleistoceno. Pero pasar ahora la llegada de Yacine Adli al Milán como un detalle insignificante entre mil negociaciones chispeantes (y muchas veces surrealistas), incluso suponiendo, como han hecho algunos, su venta a préstamo sin ni siquiera acudir a Milanello, ni siquiera.