Acuerdo sobre una ley para el trabajo inteligente: incentivos para las empresas, prioridad para los nuevos padres


Más espacio para la negociación colectiva en la regulación del trabajo ágil una vez superado el estado de alarma y al menos un 30% del total de horas realizadas en remoto para que podamos hablar de smart working: esto es lo que prevé la Ley Refundida de trabajo ágil. se llegó a un acuerdo en la Comisión Laboral de la Cámara y que podría ir a la Cámara en mayo.

Se supera el acuerdo individual

Hasta ahora, las protecciones vinculadas al trabajo ágil -leemos en el Informe ilustrativo- encuentran casi siempre su fuente en el contrato individual, “que no deja de ser un contrato estipulado entre dos partes “desiguales”, es decir, entre el trabajador y el empleador. “. El “punto de apoyo” del texto unificado, por su parte, “está en la superación del acuerdo individual, como única fuente de disciplina y organización de la forma ágil de realizar el trabajo, potenciando la negociación colectiva”. El texto modifica la ley de trabajo ágil de 2017 y va más allá del protocolo firmado en diciembre por empresas y sindicatos sobre trabajo inteligente en el sector privado.

Al menos el 30% de las horas a distancia

El convenio debe contemplar la alternancia de horas remotas y presenciales con al menos un 30% de horas remotas. Si quieres ceñirte al límite mínimo, no se podrá organizar semanalmente sino que tendrás que repartir los días a lo largo del mes. El convenio colectivo según la Ley Refundida debería aclarar la responsabilidad del empresario y del trabajador en cuanto a la seguridad y buen funcionamiento de las herramientas tecnológicas pero también el reconocimiento, por razones de salud y seguridad en el trabajo, del derecho a la prioridad en el trabajo inteligente para trabajadores discapacitados y para aquellos al final de la licencia de maternidad. El contrato también debe garantizar la equiparación de trato económico y legal del personal en modo ágil y del personal en presencia en todos los sectores ocupacionales, incluyendo el desarrollo de oportunidades de carrera,

la desconexión

También conviene aclarar las medidas organizativas para garantizar la desconexión. El acuerdo relativo al trabajo ágil deberá en todo caso formalizarse por escrito y contener los procedimientos de desistimiento. El texto aclara que el derecho a la desconexión es válido para el trabajador tanto en modalidad ordinaria como ágil. Con el próximo despacho de presidencia -explicó la ponente, Maria Pallini (M5s), se debe definir la vía de enmienda de la disposición con el objetivo de ir a la Cámara en mayo. En el acuerdo escrito que da inicio al trabajo ágil, se debe prever la duración del acuerdo; alternancia entre períodos de trabajo ágil dentro y fuera de las instalaciones de la empresa; el número de horas de al menos el 30 por ciento que se dedicará a cada actividad en modo ágil; las horas de disponibilidad para los trabajadores en modo ágil; medidas para asegurar la desconexión de los equipos tecnológicos de trabajo. El contrato de trabajo ágil puede ser a término o por tiempo indefinido. En este caso el desistimiento podrá efectuarse con un preaviso no menor de treinta días.

Incentivos para empresas

Las empresas que adopten sistemas organizacionales que también incluyan trabajo ágil podrán aprovechar incentivos como el 1% de descuento en el seguro Inail. También hay créditos fiscales en la compra de herramientas informáticas que se proporcionarán a los trabajadores inteligentes. Por último, se constituirá en el Ministerio de Trabajo el Fondo para el fomento del trabajo ágil con una dotación de 80 millones de euros anuales a partir de 2022



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