Turquía ha criticado el intento de Vladimir Putin de anexar franjas del territorio ucraniano, describiendo los referéndums planeados para las regiones del país ocupadas por Rusia como un movimiento “ilegal” que dificultará encontrar una solución diplomática a la crisis.
En la primera respuesta de Ankara al anuncio del presidente ruso de que se llevarían a cabo votaciones administradas por el estado en las partes controladas por Rusia de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía dijo que la medida era motivo de preocupación.
“Este tipo de hechos consumados ilegales no serán reconocidos por la comunidad internacional”, dijo en un comunicado. “Por el contrario, interrumpen los intentos de revivir el proceso diplomático y abren el camino a una mayor inestabilidad”.
La declaración enfatizó el compromiso de Ankara con la “integridad territorial, independencia y soberanía” de Ucrania.
Los referéndums, cuyos resultados se consideran una conclusión inevitable, son incómodos para el presidente Recep Tayyip Erdoğan, quien dijo a principios de esta semana que Rusia debe devolver eventualmente todo el territorio ucraniano que ha capturado como parte de un futuro acuerdo de paz, al tiempo que argumenta que no debe ser una conclusión de la guerra “que satisfaga a todas las partes involucradas”.
Erdoğan, que encabeza un estado miembro de la OTAN pero que también ha buscado lazos económicos más estrechos con Moscú, ha tratado de actuar como mediador en el conflicto. Ha enojado a los estados occidentales al continuar en buenos términos con Putin.
Los dos líderes fueron fotografiados caminando tomados del brazo durante una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai en Uzbekistán la semana pasada.