Los dos activistas aprovecharon una jornada de puertas abiertas del gobierno este fin de semana para tener acceso a la canciller alemana. Los servicios de seguridad liberaron a los dos tras su acción, denunciando la invasión rusa de Ucrania.
Alemania, que depende en gran medida del gas ruso, hasta ahora no ha podido imponer un embargo total al gas ruso. El país busca desesperadamente alternativas.
En respuesta a las preguntas del público el domingo anterior, Scholz señaló los esfuerzos de Berlín para encontrar fuentes de energía alternativas, como el GNL. La primera terminal para esto, que se construirá en Berlín, podría estar operativa ya en 2023. “Entonces, nuestro problema de seguridad del suministro podría resolverse a principios de 2024”, dijo.
Alemania, como muchos países vecinos, se está preparando para la escasez de energía el próximo invierno.