Activista climático multimillonario obliga al gigante energético australiano a ponerse de rodillas

La empresa energética australiana AGL, que emite la mayor parte de los gases de efecto invernadero del país a través de su negocio de carbón, ha dejado de lado los planes para dividir el grupo. El CEO y el presidente renunciarán, se anunció el lunes. Este giro se produce después de la resistencia del activista climático Mike Cannon-Brookes. Según la agencia de noticias Bloomberg, es «uno de los ejemplos más agresivos pero también más exitosos de activismo climático».



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