Un fin de semana en Londres con mi hija adolescente. La mañana de nuestra salida desayunamos en uno Pret un pesebre. Afuera del restaurante, un vagabundo está sentado sobre una caja. Decido hacer algo bueno y al mismo tiempo crear un momento de enseñanza para mi hija. Le llevo al hombre un sándwich grande de queso y un capuchino caliente. Después de inspeccionarlo todo cuidadosamente, dice: “Lo siento señor, soy vegano.”Y recuperaré la mercancía. Por el rabillo del ojo veo a mi hija adolescente doblada de risa.
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