Actuación de los ecologistas de última generación en la exposición de Van Gogh en Roma. Algunos militantes del movimiento ecologista han untado con una sopa de verduras la obra «Il sembrador» expuesta en el Palacio Bonaparte. Según se sabe de la obra, se habría tirado un puré de verduras. La acción fue protagonizada por cuatro exponentes del movimiento ecologista «Ultima Generation», la rama italiana de Extinction Rebellion.
El trasfondo, de Londres a Berlín
La manifestación es la última de una serie de bombardeos similares, unidos por el método: manchar pinturas mundialmente famosas, protegidas por vidrios protectores, para reafirmar la urgencia de la crisis climática. El primer episodio tuvo lugar en Londres, el 14 de octubre, cuando dos activistas del movimiento Just Stop Oil arrojaron latas de sopa de tomate sobre la obra maestra de Van Gogh «Girasoles», que se exhibe en la National Gallery de Londres. El 24 de octubre, simpatizantes del mismo grupo arrojaron un trozo de pastel a la figura de cera del rey Carlos de Inglaterra en el Madame Tussauds de Londres, pidiendo al gobierno británico que detuviera «todas las nuevas licencias y permisos de petróleo y gas». El 25 de octubre, otros dos activistas del grupo Última Generación untaron un óleo de Monet en el Museo Barberini de Potsdam, Alemania, arrojando puré de patatas a la obra. Las protestas se intensifican de cara a la COP27, la 27ª conferencia climática de la ONU que se celebrará en Sharm el-Sheikh (Egipto) del 6 al 18 de noviembre de 2022. A la cumbre asistirán al menos 90 jefes de Estado y de Gobierno y se espera que sea un momento de anuncio de nuevas políticas para combatir el cambio climático, aunque es probable que el debate esté dominado por los retrasos acumulados por los países ricos con respecto a sus objetivos ambientales y el apoyo a las economías más pobres.