Abuelo y abuela del secuestrado Israel, que hoy cumple 21 años: ‘Esperamos que sean ya 18 años…’

Mantienen la esperanza en sus corazones. Después de todo, su nieta Israel es demasiado querida para ellos. Pero su sentido común les dice a Ger y Clary van der Burg de Peize que la posibilidad de que alguna vez puedan volver a abrazar a Isra es pequeña.

Especialmente ahora que su nieta cumple hoy 21 años. “El contacto físico sigue siendo algo con lo que soñamos, por supuesto, pero estaríamos muy felices con una señal de vida de Israel”, dijeron. RTV Este.

Hoy es un día en el que en su mayoría se ocuparán solo de ellos dos. El cumpleaños de su nieta, que fue secuestrada en agosto de 2004 cuando tenía tres años por su padre, Hasèn Aksema, en su Libia natal. Pero no después de que primero robó horriblemente a Marisse van der Burg, la madre de Isra e hija de Ger (73) y Clary (74).

Aksema fue condenado a cadena perpetua en rebeldía, pero debido a que Libia no tiene un tratado de extradición con los Países Bajos, hasta la fecha se ha escapado del baile. Este verano, su retrato, junto con otras cadenas perpetuas, se exhibirá en varios aeropuertos holandeses con el llamado a los turistas a que lo cuiden.

Los Van der Burg lo siguen todo, por supuesto, pero con las necesarias reservas acerca de si alguna vez arrojará algo. Se concentran más en su nieta, que está en algún lugar de Libia. Les gusta el hecho de que dos policías hagan otro intento de llamar la atención sobre Israel a título personal. Están contentos con todo el apoyo. Aunque terminan en una dicotomía, dice Clary.

Perdieron a su hija y nieta de un solo golpe. “Por supuesto que mantienes la esperanza. Que todo ese esfuerzo finalmente valdrá la pena. Por otro lado, también abre viejas heridas. A lo largo de los años tratas de vivir con toda esta historia lo mejor que puedes. ¿Qué más se supone que debemos hacer?” Pero en días como estos, los recuerdos dolorosos se reavivan inevitablemente.

Durante mucho tiempo, sus esperanzas estuvieron puestas en la diplomacia, que en un momento también fue esperanzadora. Especialmente cuando el entonces cónsul honorario adjunto en Libia logró concertar una reunión con Israel. Durante esa reunión en el consulado, le dio a Isra, entre otras cosas, un libro de Miffy, un regalo del abuelo y la abuela Ger y Clary.



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