Abstinencia, condición, confianza: qué hay detrás de la crisis Dusan Vlahovic

El serbio sufre falta de continuidad: tras cinco días de ayuno, el partido ante la Samp llega en el momento justo para desbloquearlo

Dusan Vlahovic no ha visto portería en cinco partidos. Para alguien que vive obsesionado con los objetivos, es un gran problema que debe resolverse lo antes posible. La última vez que el serbio celebró un gol data del 16 de febrero: se jugaba la ida del playoff de la Europa League ante el Nantes, era el décimo sello de la temporada para él. Hasta ahora, el atacante ha jugado 25 partidos, incluso con seis asistencias: pero aparte de los números, es la percepción lo que lo pone más a la sombra en el rendimiento. Más allá del inicio de temporada, en agosto, cuando marcó cuatro goles en otros tantos partidos, y descontando el periodo en el que estuvo de baja por unas lumbalgias que también le afectó en el Mundial de Qatar, la sensación es que el El delantero ha hecho menos de lo que podía haber hecho hasta ahora.

TODAS LAS ASISTENCIAS PARA ÉL

El verano pasado, la Juve construyó una cancha de asistentes de alto nivel alrededor de Vlahovic. El delantero serbio se ha encontrado en el último paso clave con Kostic, su compañero de selección, y con Di María, el hombre récord de la historia del PSG. Su apoyo se sumó al de Cuadrado, que ya había puesto a Dusan en condiciones de marcar varias veces el año pasado. Pero el objetivo de hacer que el delantero centro rindiera mejor hasta ahora solo se ha conseguido en parte, en parte porque el número 9 tardó en encontrar su mejor forma y sobre todo por la escasa aportación que supo dar en los partidos que disputó. No es el protagonista en el área de portería. El Vlahovic de la Fiorentina es un recuerdo desvanecido: allí tenía más campo y en todo caso otro contexto.

DESCUBRIMIENTO

Allegri en varias ocasiones le dijo que mantuviera la calma. El partido con la Sampdoria, asequible sobre el papel, quizás llegue en el momento adecuado para desbloquearlo. En el futuro, sin embargo, tiene que trabajar mucho en sí mismo: porque Dusan es alguien que no se perdona nada y, a veces, cuando las cosas no salen como él quiere, parece ser el primero en meterse en un bucle negativo que no le hace ningún bien. Vlahovic es uno de los delanteros centro más prometedores del fútbol europeo, que sin embargo aún tiene que encontrar el equilibrio perfecto para rendir con la continuidad adecuada en un club de primer nivel. Las dolencias físicas lo han frenado un poco, pero aún le falta alcanzar ese nivel de madurez dando un salto cuántico con la cabeza. Y entonces sí, tendrá el camino allanado para un futuro como jugador top en su rol.



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