El inglés salió llorando del terreno de juego cinco minutos después de entrar: pruebas más profundas en las próximas 24 horas. Gabbia tiene problemas en la pantorrilla: el Brujas intenta recuperarse
Tammy Abraham preocupó a medio Milan: entró en el minuto 73 contra el Udinese y cinco minutos después se fue llorando, con un dolor muy fuerte en el hombro derecho. No sólo eso, en esos cinco minutos desaprovechó una oportunidad bastante sensacional, delante de la portería con Okoye en el suelo. ¿El peor sábado del año? Bueno, tal vez no. El Milan ganó el partido y las primeras radiografías descartaron una fractura de hombro. Un gran paso para volver a sonreír pronto, a la espera de pruebas más profundas que se realizarán en las próximas 24 horas. En ese momento, el martes tendremos una respuesta definitiva sobre el Milán-Brujas, delicada porque el Milán no tiene en la copa a Luka Jovic, excluido de la lista.
hombro recurrente
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El momento de Abraham es particular. Antes del descanso, Florencia había sido la ciudad del penalti arrancado a Pulisic y fallado, una evolución terrible de una relación con el Milan que empezó muy bien. Después del entusiasmo inicial y del banquillo ante el Udinese (no declaradamente punitivo pero… punitivo), lo ideal para él y el Milán es que volvamos a la normalidad: algunos partidos desde el principio, algunos más desde el banquillo, sobre todo un hombro sano. Un hombro que para Tammy es un… talón de Aquiles: ya había parado con un problema similar con la Roma.
Jaula de prueba para Brujas
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En cambio, se vislumbran buenas noticias para Matteo Gabbia, en la grada del Udinese debido a un problema en el gemelo surgido en el último entrenamiento. Fonseca explicó que las pruebas no causaron preocupaciones. Matteo intentará trabajar en las próximas 48 horas para estar disponible ante el Brujas. Hay esperanzas. En caso contrario, todo quedará aplazado hasta el partido contra el Bolonia del próximo sábado. Al final, incluso sin él, el Milán se mantuvo atrás.
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