Abraham con la cabeza hace soñar a la Roma: Mou en la final de Conferencia desafiará al Feyenoord

El gol del delantero dio a los giallorossi el triunfo decisivo en casa en el partido de vuelta de la semifinal ante los Foxes, tras el 1-1 de ida en Inglaterra. Trofeo en juego con los holandeses el 25 de mayo en Tirana

Delirio en el Olímpico: la Roma, 31 años después de la última vez, vuelve a centrar la final de una copa de Europa. Mourinho, el 25 de mayo en Tirana, podrá sumar la Conference League a su escaparate infinito: entre la Roma y el trofeo sólo queda el Feyenoord, que en la otra semifinal resistió (0-0) en otro foso, el del Velódromo de Marsella, tras el 3-2 de la ida. La semifinal de vuelta ante el Leicester la decidió Tammy Abraham con un cabezazo de un auténtico centrodelantero a los 11 minutos: entonces, una obra maestra de solidez defensiva, firmada por José Mourinho.

DESBLOQUEAR TAMMY

El portugués, que había dejado a medio equipo en el banquillo ante el Bolonia, volvió a proponer a la mejor Roma, con Pellegrini y Zaniolo detrás de Abraham, Oliveira y Cristante en el centro y Zalewski por la izquierda. El inicio fue feroz: a los 7′, Pellegrini en un tiro libre enfrentó a Schmeichel, protagonista de una parada defectuosa pero efectiva, luego, en el siguiente córner botado por el propio Pellegrini, Smalling envió un cabezazo alto. Otro córner en el minuto 11, pero esta vez ganador: centro del capitán y cabezazo bajo el larguero de Abraham, que superó a Ricardo Pereira marcando el noveno gol en la Liga de Conferencias (quinto partido europeo que marca en el Olímpico) y el 25 general de su temporada. La Roma trató de explotar el entusiasmo desenfrenado del Olimpico y un poco de desconcierto de los Zorros: otra inserción de Pellegrini y una respuesta en bagher de Schmeichel. El Leicester, que en el 13′ había buscado puerta con el Dewsbury-Hall, intentó subir el centro de gravedad, pero los tres de delante tuvieron que chocar con un super Smalling que encabezó una defensa en la que Mancini, en la primera mitad final, Se llevó su tarjeta amarilla número 20 de la temporada por una entrada salvaje en Dewsbury-Hall.

SUFRIMIENTO

Al regreso del vestuario, Rodgers presentó dos novedades: por fuera Barnes y Lookman, por dentro Amartey e Iheanacho, pero aún 4-3-3 con Vardy en el medio. La Roma tuvo el mérito de anestesiar el ataque del Leicester y, en general, el juego, tanto que la mayor emoción de la primera parte de la segunda parte fue la ovación tanto de la afición giallorossi como de los más de tres mil ingleses reservados a Claudio Ranieri , protagonista en ambos banquillos. Ranieri se levantó y agradeció al Olimpico. A los 24′ Rodgers sacó a Pereira para insertar al ex Atalanta Castagne; a la media hora, primer cambio para Mourinho con Veretout en lugar de Zaniolo (en Leicester en Pérez por Dewsbury-Hall) y Pellegrini al lado de Abraham. El primer disparo a puerta del Leicester llegó en el minuto 78, un flojo zurdazo de Maddison que Rui Patricio bloqueó fácilmente. Misma película poco después: conclusión de Iheanacho y otro desfile fácil del portugués. Mourinho, en la final, primero metió a Vina por Zalewski, luego escuchó el llamado de Abraham, que desde hacía unos minutos pedía el cambio, exhausto: en su lugar Shomurodov. Los últimos minutos fueron palpitantes, antes del pitido final, liberadores. Del Roma-Inter de 1991 al Roma-Feyenoord de 2022. El precedente más reciente sonríe a los giallorossi: dieciseisavos de final de la Europa League 2015, Roma clasificada y afición holandesa protagonistas de una guerra de guerrillas en el centro de la ciudad. Esta vez, sin embargo, se jugará en Albania y el partido valdrá un trofeo.



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