“Es una audiencia preliminar, por lo que no tiene que estar presente. Mi cliente no quiere revivir los difíciles transportes que experimentó durante el juicio de Driesstraat —con registros corporales, camisas de fuerza, pasamontañas,…— dijo el abogado de Salah Abdeslam, Michel Bouchat.
Dijo que su cliente asistirá a las audiencias “tan pronto como sea necesario”, es decir, a partir del 10 de octubre, fecha en que se reunirá el jurado y comenzará el juicio.
Bouchat pedirá en la audiencia del lunes que se derribe el palco del acusado. “Le podemos hablar de la presunción de inocencia, pero mi preocupación es que el imputado pueda comparecer ante sus jueces con toda serenidad. No discuto las medidas de seguridad, no pido asiento. Solo quiero que no lo traten como un animal”, argumenta el abogado.
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Delphine Paci, también abogada de Abdeslam, quiere obtener una relajación de las condiciones de detención de su cliente en la prisión de Itter a través del comité de apelación del Consejo Central de Supervisión de las Prisiones. “Está encerrado en una celda reconvertida sin ventanas. Sin luz natural”, dice el maestro Bouchat.