Recientemente hubo un poco de silencio en torno al espectacular espectáculo digital “ABBA Voyage” en Londres. Lanzado en mayo de 2022 en un estadio de 3.000 asientos construido expresamente en el Parque Olímpico Queen Elizabeth, tanto los críticos como los visitantes quedaron emocionados y consternados; cuánto pop puede convertirse en un espectáculo tecnológico.
Dado que hasta ahora los avatares no han causado ningún escándalo y no se han producido infecciones de laringe, los espectáculos se desarrollan en modo “normal” sin ningún ruido molesto. Actualmente la web oficial tiene entradas en oferta hasta el 11 de mayo de 2025. Ya sea en la fila de asientos o en la “cabina de baile” para una docena de amigos que quieren montar una fiesta retro en su propio nicho.
Más de £100 millones
Las sobrias cifras que ha publicado ahora el consorcio organizador Aniara desmienten a los escépticos iniciales. ABBA Voyage ganó más de 100 millones de libras (unos 120 millones de euros) en 2023 y más de un millón de personas asistieron a los espectáculos. En el Look & Feel sueco de 1979 hubo un total de 374 representaciones.
Los organizadores hablan de un índice de entradas agotadas del 97,8%, como en un musical de larga duración en el Westend de Londres. También se informó el beneficio antes de impuestos: 6.065.402 libras (7,25 millones de euros). Un indicio de lo compleja que es esta producción.
En 2022, tras siete meses de apertura, obtuvo un beneficio de 2.990.757 libras (3,5 millones de euros). Afirma tecnocráticamente: “Existe una demanda de mercado significativa para ‘ABBA Voyage’ y la Junta espera niveles altos y continuos de actividad hasta 2024”.
Las entradas regulares para los espectáculos de ABBA, donde los avatares están respaldados por una banda en vivo “real” de 10 integrantes, cuestan entre £ 27,50 y £ 319,50.
Además, la estrategia a medio plazo del consorcio pretende “mantener el espectáculo en Londres mientras los números sean correctos”. La revista especializada estadounidense “Music Business Worldwide” habla de un “salto significativo” en todas las cifras y se refiere a las actividades de la empresa Pophouse.
La empresa sueca involucrada, en la que Björn Ulvaeus, miembro de ABBA, es accionista y miembro de la junta directiva, adquirió el catálogo de canciones, el nombre y los derechos de marca de KISS a principios de 2024. Un proyecto entre los alt-rockers y los alt-poppers: desarrollar otro espectacular concepto de avatar. Lema sugerido: “¡Fui hecho para amarte, bebé!”