La fascinante barchetta de 1955 firmada por Michelotti está a la venta en RM Sotheby’s: negociación privada a partir de 795 mil euros. Es uno de los símbolos del estilo transatlántico.
El precio parece notable para aquellos que no son coleccionistas apasionados: 795.000 euros por una barchetta de 1955 es impresionante. Pero se vuelven normales (y aumentarán fácilmente) cuando el automóvil abierto, puesto a la venta por RM Sotheby’s, en una negociación estrictamente privada, sea el único Abarth 208 A Spyder Boano jamás construido. Una auténtica joya que cumplirá 70 años en 2025 y representa (quizás) el mejor ejemplo del llamado ‘Estilo Transatlántico’, que llegó desde Estados Unidos en los años 50 (gracias a los modelos Chevrolet, Pontiac, Cadillac y Ford) y fue interpretado por varios carroceros italianos. La idea era combinar la elegancia de nuestro diseño con elementos típicos de ese estilo como la pintura bicolor y las aletas traseras. Coches como el Alfa Romeo Bertone BAT (Berlinetta Aerodinamica Tecnica), concept cars creados por Biscione y el gran carrocero: los tres diseñados por Franco Scaglione sobre el chasis del Alfa Romeo 1900. El ambicioso Abarth, fundado en 1949, no podía sentarse y Mire y aquí estaba la decisión de crear una serie limitada de automóviles que representaran lo mejor en ese tema, apuntando – en términos muy claros – al mercado americano. Así nacieron tres modelos distintos: el 207 A, un spider orientado a la competición, el 209 A coupé y, de hecho, el 208 A barchetta.
Michelotti lo diseñó
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La mayoría de las fuentes coinciden en que se construyeron 10 ejemplares del 207 A, mientras que el 209 A y el 208 A siguen siendo ejemplares únicos. Ambos coches únicos se exhibieron en el Salón del Automóvil de Turín de 1955 junto con un 207 A. La “firma” era de Giovanni Michelotti para Boano Lavorazioni Speciali, que realizó proyectos especiales para Abarth: bajo el ‘vestido’ que recordaba a América, se trataba de coches inconfundiblemente italianos. Utilizaron un chasis ultraligero y motores de pequeña cilindrada pero enérgicos. Mecánicamente, muchas cosas han sido tomadas del Fiat 1100, incluyendo la suspensión y el motor de cuatro cilindros de 1.089 cc. Abarth puso el toque extra con su tuning Abarth, que consistía en carburadores gemelos Weber y un colector de escape personalizado, elevando la potencia del a 66 CV. El resultado fue un coche preciso y fácil de manejar, capaz de ofrecer unas prestaciones vivaces para su época.
HISTORIA EN EL EXTRANJERO
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En realidad, el 208 A llegó a Estados Unidos, importado a través de Tony Pompeo en Nueva York, distribuidor de Abarth y de muchas otras marcas italianas en Nueva York: dos hermanos de la familia Du Pont, multimillonarios gracias a la química, lo tomaron y, posteriormente, en 1973 se lo regalaron a un apasionado mecánico que trabajaba en la empresa. Bill Hall, así se llama, lo conservó perfectamente hasta 2009 cuando cedió a las insistentes peticiones de Elad Shraga, un conocido coleccionista, que además sólo tuvo que darle un ‘arreglo’ al vehículo sin tocar ninguno de los detalles fundamentales. elementos. Es noticia, en un mundo dedicado a la narración, si no a la exhibición, que el Abarth 208 A Spyder Boano haya aparecido solo una vez, en el Concurso de Elegancia de Amelia Island en 2013. Hace un par de años regresó a Italia: informa el sitio web de Sotheby’s que el actual propietario encargó recientemente un repintado completo, bajo la supervisión del equipo de Corrado Lopresto (el coleccionista italiano de prototipos antiguos más famoso del mundo), que costó 30 mil euros. En definitiva, quien lo compre se encontrará con un coche de casi 70 años aún más perfecto que antes.
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