Cor de Lugt tuvo que cerrar las manos el jueves porque los dioses del tiempo estaban de buen humor durante el 38º Día de la Agricultura en las tierras del granjero Jaap Lap, junto a la pintoresca iglesia de Den Hoorn. Eso podría haber sido diferente. El presidente había pasado noches sin dormir.
“Hace dos años todo el evento fue suspendido por lluvia”, dijo. “Eso nos costó mucho dinero en ese momento. Sólo la junta directiva estaba todavía en el campo, por así decirlo. No había nadie más allí”. El año pasado, el Día de la Agricultura no pudo celebrarse debido a las estrictas normas sobre nitrógeno. “No nos atrevimos a organizar este día en ese momento. Porque si hubiera habido alguna objeción, habría sido mucho peor”.
Nitrógeno
“Estamos muy contentos y orgullosos de que la organización haya tenido éxito”, afirmó el alcalde Mark Pol, que inauguró el evento izando la bandera de Texel. Este año, un estudio ecológico y de nitrógeno demostró que no hubo emisiones ni otros efectos adversos, tras lo cual el departamento de medio ambiente y el municipio dieron luz verde.
Según Pol, el nitrógeno también es el reto para muchos agricultores para el buen funcionamiento empresarial. “Los agricultores deben respetar los marcos y las normas, que no siempre son claras. Pero con mucha perseverancia la organización ha conseguido volver a organizar este evento”.