A partir del año que viene, sólo los coches eléctricos, la prohibición total de instalar calderas de gas y gasóleo y el cierre de aproximadamente la mitad de nuestra industria más importante. En teoría, si Flandes quiere cumplir con las exigencias del juez de Bruselas en la sentencia climática, son necesarias medidas drásticas. Así se desprende de un análisis de VEKA, la Agencia Flamenca de Energía y Clima, al que HLN pudo acceder. Puede leer los detalles aquí.
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