Se acerca el fin del estado de alarma, el 31 de marzo. Y el gobierno se está preparando para una serie de flexibilización progresiva de las restricciones. Con especial atención al turismo de cara a la Semana Santa, que este año cae el 17 de abril. Algo ya está sucediendo: el ministro de Salud, Roberto Speranza, de hecho firmó una ordenanza que extiende a los viajeros que llegan de países no pertenecientes a la UE las mismas reglas que se aplican a los países de la UE. Así que pare la cuarentena y el hisopado para quienes están vacunados: a partir del 1 de marzo para ingresar a Italia será suficiente el pase verde “básico”, es decir, el certificado de vacunación o recuperación, o el hisopado negativo. Una bendición para el mundo del turismo, que espera las vacaciones de Semana Santa como la primera ventana real de 2022 para respirar aire fresco.
La decisión de Speranza se produjo pocas horas después de otra señal de apertura, esta vez desde Bruselas: los ministros de Asuntos Europeos de los 27 países de la UE recomendaron “levantar la restricción temporal de viajes no imprescindibles a la Unión para personas vacunadas”.
Hacia una hoja de ruta para el fin de las restricciones
El primer ministro Mario Draghi fue perentorio en la rueda de prensa del 18 de febrero. Expresando la voluntad de “salir de las restricciones lo antes posible”. Y prometiendo “una hoja de ruta específica cada día, para eliminar cualquier incertidumbre”. Una hoja de ruta esperada por “las familias y las empresas”. La crisis de Ucrania ha puesto patas arriba la agenda del gobierno. Ya la próxima semana la sala de control podría reunirse con los representantes de la mayoría para discutir los términos de la desescalada.
La relajación esperada ya en marzo.
Mientras tanto, algunas novedades ya se habían decidido en los últimos días, y llegarán incluso antes del 31 de marzo. El 10 de marzo se podrá volver a visitar a los familiares en el hospital. También a partir del 10 de marzo se permitirá consumir alimentos en cines e instalaciones deportivas. Y a finales de marzo los estadios (ahora al 75%) deberían volver a su capacidad máxima
Green pass, más libertad al aire libre y más precaución en el interior
Pero recién a partir del 1 de abril, superado el estado de alarma, deberían abrirse escenarios realmente nuevos, en particular en lo que respecta al Paso Verde. A pesar de los intentos de la Lega por acelerar (al límite del desgarro), que el certificado verde sea suprimido “tout court” parece improbable: más probable que su uso se limite paulatinamente, con cada vez menos aplicaciones de la versión “reforzada” ( es decir, liberado solo con vacunación o cura – sin tampón). Sin embargo, debería ser posible volver a comer al aire libre en bares y restaurantes sin tener que demostrarlo; en cambio, podría permanecer en el interior, quizás en la versión “básica”. El mismo régimen, más libertad al aire libre, más precaución en el interior, también podría aplicarse a las actividades deportivas.