En Hakendover, un submunicipio de Tienen, algunos ciclistas han cruzado un cruce ferroviario cerrado. El hombre que va delante primero comprueba si se acerca un tren, luego todo el grupo se desliza sobre los raíles con sus bicicletas. La luz roja se ignora fácilmente.
Eludir la barrera es una violación de cuarto grado, lo que hace inevitable una citación en el tribunal de policía. En principio, los infractores se exponen a una multa de 320 a 4.000 euros.
A pesar de las muchas campañas, los usuarios de la carretera siguen ignorando las reglas. Infrabel identifica un accidente en un paso a nivel casi todas las semanas. “El año pasado nueve personas fallecieron y cinco resultaron gravemente heridas como consecuencia de conductas peligrosas en pasos a nivel. La seguridad de los usuarios de la vía está en juego. Y por supuesto esto también tiene consecuencias en la puntualidad del tráfico de trenes”, señala la portavoz Jessica Nibelle.
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