A la estudiante universitaria de 19 años que odiaba estudiar en el extranjero en Florencia no le importa que pienses que es insoportable


“No es lo que haces, es el estado mental en el que lo haces”, le dijo a BuzzFeed News. “Mi desilusión general con la cultura y la gente me condicionó a tener una experiencia negativa”.

Datskovska añoraba su hogar, “a océanos de distancia” de su rutina y red profesional, ansiosa por el progreso que tendría que alcanzar. Vivía en una situación de vivienda caótica con siete personas, lo que la obligaba a pasar la mayor parte de su tiempo en una habitación diminuta que ella comparaba con un “confinamiento solitario”.

Cuando sus amigos viajaban, lo hacían lujosamente con enormes Airbnbs y costosas fiestas. Se quedó atrás para ser más frugal y se aventuró a salir un par de veces por su cuenta para visitar lugares que le interesaban, como Roma y Dubái.

Datskovska descubrió que los residentes florentinos eran groseros con los visitantes, aunque cada semestre se quedan en el vecindario 5000 estudiantes que estudian en el extranjero. Dijo que podía hablar italiano, pero aun así captó miradas críticas de los lugareños.



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