Tom Waes conducía un Porsche 911 S del año 1977 cuando chocó contra un amortiguador el viernes por la noche. Un coche sin airbags, zona de deformación ni control de tracción. “Sin duda habrían marcado una diferencia en el caso de Tom”, afirma Johan Dirickx (65 años), que conduce el Porsche 911 desde hace 47 años. No lo considera inseguro, pero no cree que ningún aspecto sea lógico. “Ese coche no reacciona como otros coches”.
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